Los productores de ovinos de la Patagonia quieren volver a aportar por la producción de carne, que tuvo un pequeño momento de esplendor en la década de los ’90 y luego languideció, al compás de tantas crisis. Para eso, el sector productivo pretende poner en marcha un plan integral que permita, como primera medida, el control del guanaco, considerado una plaga en la región, pero a la vez una especie protegida según las normas internacionales.
Miguel O’Byrne, productor y dirigente de la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz, explicó a Bichos de Campo que “el guanaco sigue creciendo desproporcionadamente en toda la provincia y equivale a 3,5 millones de ovejas en una provincia que tiene 2,40 millones”.
El problema es que esa “plaga”, como la consideran los productores de ovinos, se come el forraje destinado a las ovejas. Por eso los privados, juntos con diferentes organismo públicos, organizaron un “programa de aprovechamiento que acaba de terminar y que va a servir para que en 2019 se puede neutralizar el impacto de la especia y se pueda planificar el recursos forrajero”, explicó el ganadero.
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O’Byrne resumió que lo que se pretende hacer es organizar un sistema productivo para poder producir carne de guanaco y colocarla en nichos de mercado, como el que hay en la Unión Europa, hacia donde recientemente partió una exportación. El dirigente rural destacó que esas primeras 20 toneladas de carne de guanaco “están rumo a Europa”.
Con respecto al sector ovino, reduciendo la carga de guanacos se busca lograr una mejor administración del recurso forrajero para potenciar el desarrollo ovino.
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La intención es ganar participación en el mercado local y volver a posicionar la carne de cordero patagónico, que todavía se encuentra en niveles muy acotados. “El consumo es de 50.000 toneladas por año, mayormente en la Patagonia y algunas grandes ciudades”, indicó el ruralista.
La recuperación del negocio de la carne ovina complementaría el otro filón de ingresos para la región: la lana. O’Byrne destacó los buenos precios que se están obteniendo por ese producto. “En los últimos dos años subieron hasta 100% las lanas finas, que hace pocos años se vendían a 5 dólares y ahora valen 9 dólares”.