Gustavo Idígoras, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), anticipó a Bichos de Campo que este mismo verano zarpará desde el puerto de Bahía Blanca el primer barco que llevará trigo argentino a China en toda la historia.
En el marco de la presentación de resultados del AgroTour, el ejecutivo de la agroindustria habló con Bichos de Campo y anunció esta operación, que sería un hito histórico para el sector. También confirmó que se espera un buen año en el negocio de exportación del cereal.
Según el directivo, este año se percibe “un mercado de trigo sumamente auspicioso, porque hoy el valor FOB del trigo argentino es el valor más competitivo del mercado mundial en este momento”.
“Por distintas condiciones, nuestros competidores han tenido algunos golpes climáticos negativos, y nosotros dentro de todo estamos teniendo una buena posición en materia de volumen, más allá de algunos problemas en zonas determinadas, hay una calidad razonable hasta el momento y un precio competitivo”, amplió.
Esta situación, según Idígoras, “nos lleva a estar pensando en embarques a inicio de campaña, digamos mitad de diciembre en adelante al norte de África. Vamos a estar más competitivos que el trigo ruso que está a un cuarto de distancia que el nuestro, pero vamos a estar competitivos”. El titular del Ciara-CEC también evaluó que “vamos a volver al sudeste asiático, una mala noticia para los australianos. Vamos a estar en Indonesia, vamos a estar en Malasia, en Tailandia”.
Argentina espera poder empezar a exportar trigo a China a partir de diciembre de este año
Pero el ejecutivo de los agroexportadores hizo una pausa premeditada y anunció: “Creo que la gran noticia es que desde Bahía Blanca va a salir el primer barco de trigo a China en la historia argentina”.
-¿Un barco de trigo argentino a China?
-Después de ocho años de negociaciones, con el Senasa a la cabeza, y con el apoyo nuestro, China nos autorizó para ingresar por certificado fitosanitario de Senasa en su mercado. China históricamente no importaba trigo, tenía muy baja producción pero tenía muy bajo consumo. Pero el consumo chino se ha occidentalizado, ahora consume y necesita el trigo para la panificación para todos los productos que se ofrecen. Trigo importaba de Estados Unidos, de Australia, naturalmente, algo también de Canadá, de alta calidad, y ahora finalmente nos autorizaron a nosotros.
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Idígoras reveló que en este intento de conquistar China para el trigo argentino “vamos a empezar chiquititos, rasgando un pequeño mercado y vamos a ver si después lo logramos aplastar a los demás”, exageró.
Explicó que el mercado chino absorbe más de 10 millones de toneladas al año, que es prácticamente lo mismo que todo el saldo exportable que tiene la Argentina. “Tenemos un mercado tradicional que es Brasil, que no hay que abandonar nunca porque es el que nos dio de comer”, explicó, dejando en claro que la posibilidad de exportar a China no implicará desabastecer otros clientes que se han conquistado en los últimos tiempos.
En este sentido, elogió el trabajo de las empresas de Ciara-CEC en tanto “hoy ya tenemos 18 mercados de exportación de trigo y este año probablemente tengamos 30 mercados, porque vamos a diversificar”.
Todavía no hay demasiadas precisiones sobre el primer barco que pondrá proa al gigante asiático con trigo cosechado en la campaña 2024/25 -que ya se está cosechando-. “No podría anticipar volumen porque va a depender un poco de esa demanda y de esa confianza que se tome. En general la primera campaña es una prueba de conocimiento. Después lo panifican, ven qué pasa con las calidades, van viendo si funciona o no funciona. Pero estoy convencido que lo vamos a lograr”.
-Brasil sigue comprando trigo argentino en grandes cantidades, pero ahora también está produciendo mucho. ¿Hay algún atisbo de que esto en algún momento pueda llegar a cambiar la ecuación y que en lugar de Brasil el gran comprador sea China?
-Brasil es una topadora, y el día que se propone hacer algo lo logra, pero no solo que lo logra, lo excede. Se propuso tener autoabastecimiento de maíz, y hoy es el segundo exportador mundial de maíz. Se propuso tener autoabastecimiento de leche, y hoy es el tercer exportador mundial de leche en polvo. Se propuso alimentar con carne a su población, hoy es el primer exportador mundial de carne. Y ni que hablar de la soja, que nos pasó por arriba a todos por lejos y a Estados Unidos también se lo llevo puesto. Ahora empezaron con el trigo, con problemas climáticos, problemas de variedades, productores muy chicos… y fueron aprendiendo. Hoy tienen una buena producción.
Según Idígoras, de todos modos, este año en particular el vecino país ha sido golpeada climáticamente, “así que los 5 millones de toneladas habituales que le vendíamos a Brasil, probablemente le podamos llegar a vender hasta 6 millones de toneladas”.
Si la producción local se consolida entre 18 y 19 millones de toneladas, quedaría un saldo exportable cercano a 12 y 13 millones. Es decir que la Argentina tendrá trigo disponible.
Por eso el directivo insistió: “Tenemos que diversificar, porque dentro de dos o tres años le va a ir bien por el clima y nos va a quedar un mercado muy chiquito en Brasil para abastecer. Lo bueno es que la molinería brasilera se acostumbró al trigo argentino y el sabor del consumo de pan en Brasil es un sabor muy vinculado con el trigo argentino. Entonces ahí hay una relación histórica que va a ser difícil también para ellos modificar”.
“Tenemos muy clara esta estrategia de diversificación y de seguir abriendo mercados. Estamos ya en Vietnam con el trigo y vamos a seguir creciendo. Y lo importante es ver qué pasa en esa prueba con China y apostar a eso”.
Idígoras cree que la apuesta por colocar trigo en China irá apoyada también en el maíz. “Creo que va a ser más fuerte la entrada del maíz argentino en China que la del trigo al inicio. El maíz argentino tiene una gran reputación, es el Messi de la Argentina. Eso puede llegar a servirle al sorgo también, porque hoy el sorgo tiene un problema de costo de flete pero puede compartir barco perfectamente con el maíz”, evaluó.
Muchachos Festejan el fracaso. La postergación. La resignación a, después de 100 años, continuar vendiendole al mundo granos en estado primario para que sean los otros quienes los aprovechen agregándole valor y llegando ellos a las góndolas.
Así no vamos a remontar nunca el barrilete.
Un barco lleno de trigo, permite ingresar apenas 6 millones de dolares