Norma Bessone es la primera presidenta mujer de la Sociedad Rural de Rafaela que los 114 años de vida de la entidad. Su participación en la entidad que representa los intereses gremiales en aquella zona lechera arrancó muchos años atrás, pero antes ella tuvo otra vocación: la docencia.
“Mi vocación y una importante de mi vida estuvo dedicada a la docencia”, contó a Bichos de Campo la dirigente agropecuaria. Norma terminó el secundario con el título de magisterio y comenzó a dar clases de inmediato en escuelas rurales de la zona. La primera de ellas estaba muy cerca del campo familiar donde su padre tenía un tambo, que hoy alquilan.
Luego fue docente en otros establecimientos rurales de la zona hasta que un día decidió armar junto a varias empresas de la zona la Fundación de la Escuela de la Plaza de su localidad, para atender a niños en la primera infancia. Con el tiempo el proyecto fue tomado envergadura y llamó la atención de la Universidad Católica de Santiago del Estero que lo potenció: hoy incluye la educación formal primaria, secundaria, universitaria y de postgrado.
“Ese fue mi tercer hijo, fue un esfuerzo enorme. Yo tengo esta consigna: el esfuerzo vale la pena y es muy interesante cuando podemos pensar y lograr resultados que permiten incluir a los demás”, explicó Bessone.
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Con el paso de los años tuvo que hacerse cargo del campo familiar y dejar de lado la educación. Como necesitaba asesoramiento para entender muchas de las cuestiones que implica manejar un establecimiento productivo, se acercó a la Sociedad Rural de Rafaela y de a poco se fue involucrando, primero desde el lugar de aprendiz pero luego también ayudando a los demás.
Norma es docente de vocación y productora por herencia. En sus años como dirigente entremezcló ambas cuestiones. Su vocación de servicio fue orientada hacia las necesidades de los productores de la zona, donde la lechería tiene mucho desarrollo.
La dirigente destacó “todo lo que tenemos como posibilidad de desarrollo en la actividad”. Y se convencía a si misma: “Hay que apostar a la oportunidad que generan los períodos de cambios de gestión y tratar de que nuestras problemáticas sean visibilizadas, porque en pocos meses se tomarán decisiones”, dijo Bessone, que desde la rural de Rafaela encaró la organización del reciente Seminario Internacional de Lechería.
“El momento es complejo. La sequía es de las más fuertes en muchos años. Sabemos lo implican las retenciones que no retornan al sector, la presión impositiva, pero también sabemos lo que queremos y lo que podemos desarrollar. La oportunidad es única paras hacer conocer a los dirigentes que es lo que preocupa”.
Bessone dijo que es necesario construir desde el consenso y las propuestas. “Hay que dejar la queja permanente de lado, porque nos agota las energías, y transformar eso propuesta para construir modelos diferentes desde el diálogo y el consenso”.
En tal sentido indicó que “la lechería requiere de previsibilidad, de políticas públicas que acompañen, que le den financiamiento adecuado que generar crecimiento, desarrollo y fuentes de trabajo”.