Sebastián Bendayan es el referente de la industria frigorífica argentina; hace poco estuvo presente en la feria de importadores chinos de Shanghai, la llamada China International Import Expo (CIIE), y confesó que aunque siempre es bueno participar de este tipo de ferias, la odisea y contratiempos sufridos no se lo desea a nadie.
La cuarentena y los controles en China fueron más estrictos de lo que pensaba. “Tardamos 2 días en llegar; al arribo presentamos la documentación con los hisopados correspondientes, nos hicieron nuevos hisopados y tuvimos que firmar declaraciones juradas certificando que no habíamos estado con casos sospechosos. Luego hicimos cuarentena de 14 días”, dijo Bendayan a Bichos de Campo.
El gerente de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe y consejero de la industria frigorífica en el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) explicó que “no podíamos salir al palier del piso porque llamaban a la policía que estaba en la puerta del hotel, y teníamos que informar dos veces por día la temperatura. No nos faltaba nada, pero vivimos a base a de comida asiática que no estamos acostumbrados, verduras y arroz fundamentalmente. Bajé 4 kilos”.
Escuchá la entrevista completa a Sebastián Bendayán:
Una vez superada esa etapa, Bendayan manifestó que les dieron libertad, y así pudo estar presente junto a la comitiva con la que viajó, de la feria CIEE, donde le tocó negociar con los importadores chinos. Pero para moverse por Shangai, contó que tuvo que comprar un chip de telefonía local al que se le asignaron sus datos y estado de condición de salud, y en el que se activaba un código QR que le permitía circular en tanto la luz de la alarma que contenía fuera “verde”; porque si la misma viraba al rojo hubiera tenido que quedar a disposición de las autoridades. Esa alarma se activaba cada vez que una persona entraba en contacto con algún caso que el sistema informático detectara como sospechoso.
Acerca de la reciente detección de rastros de Covid en los embarques de carne (no en el producto sino en el empaque), Bendayan no descartó que eso haya sido utilizado por China como excusa para bajar los precios.
“Puede ser una posibilidad. De hecho, el gobierno chino ´recomendó´ que no se compren vinos australianos y se dice que en los próximos días pasaría lo mismo con la carne. Tienen una negociación circular de tira y afloje. Te corren el arco constantemente y es complejo negociar precio y cantidad. Usan esta última variable todo el tiempo”.
Sin embargo, Bendayan pidió ser cuidadoso con la noticia. “La mercadería ya estaba nacionalizada y se detectó una vez en el depósito”, dijo, y remarcó que en Argentina los controles son extremos y que la carne sale con el certificado de libre de coronavirus, que es lo que pide el mercado chino”.