Hay un nuevo escenario para el sector lechero y con perspectivas positivas. Así lo cree el consultor Marcos Snyder.
Para el analista, el cambio macroeconómico que generó el nuevo gobierno y que llevo a la estabilización del dólar, a la baja significativa de la inflación y a la reducción del superávit fiscal, juegan a favor de las inversiones en el sector y de su proyección en los próximos años.
Pero, según indicó, esto “exige que productores e industriales reconozcan la importancia estratégica de identificar y controlar eficientemente cada componente del costo productivo con el objetivo de optimizar la rentabilidad y preparar a los tambos argentinos para los desafíos futuros”.
Más allá de lo que cada empresa haga puertas adentro, Snyder dijo que este escenario debería ser aprovechado para que haya cambios en la comercialización de leche.
“Se debería trabajar en base a contratos en los que las industrias paguen por los sólidos que contenga la leche, lo que ayudaría a mejorar la calidad del producto. Hay que hacer foco en eso y mejorar la eficiencia tanto del tambo como de la industria. Hoy no se compra leche por la calidad, no se paga por el contenido, hay que ir a eso”, estableció.
También indicó que con los cambios que instrumentó el gobierno de Milei se dio un nuevo salto de precios medido en dólares.
“Históricamente el precio de la leche era de 30 centavos de dólar por litro, es un valor promedio durante un período que acumula 5 devaluaciones. Ahora tenemos un tipo de cambio estable y un valor de 40 centavo por litro, que entendemos se va a mantener en los próximos años”, evaluó.
Las industrias dicen que con este tipo de cambio y el actual precio de la materia prima el negocio exportador no da. Pero Snyder cree que “hay que hacer foco en la eficiencia y eso exige la reducción de impuestos como ingresos brutos, al cheque, y establecer reintegros a las exportaciones para que vender al extranjero sea negocio”.
Aunque si continua la baja de impuestos en el sector, que ya fue beneficiado con la quita de derechos de exportación, se debería avanzar también en la quita de retenciones a los granos.
“En 2024 promediamos 2,3 kilos de maíz con un litro de leche, cuando el promedio histórico es 2 a 1. Sacando las retenciones actuales bajaremos a 1,9 a 1. No sería un impacto significativo. Siempre que se dio esa relación de precios la lechería creció en Argentina”.
El otro tema importante para la actividad es la demanda. Al respecto consideró que “la demanda china está creciendo, empieza a haber otro mercado y se está recuperando el consumo interno. De mantenerse esta política y las condiciones actuales la demanda local debería seguir absorbiendo más cantidad de leche”.
Luego agregó: “los análisis económicos muestran que el salario se recupera de forma lenta pero constante lo que estaría marcando una tendencia, si eso se da las industrias no va a querer quedarse sin leche”.
Según sus cuentas, el consumo doméstico podría crecer de los actuales 173 litros a 200 litros por persona en 2030 lo que significa un salto de 16%.
El 2024 fue un buen año para la producción de leche y para Snyder el 2025 seguirá por esa misma senda.
“Ya no hay acuerdo de precios ni precios cuidados, no hay intervenciones en el comercio y eso es promisorio. Pero para aprovecharlo requiere de eficiencia, como la selección que juega mejor porque se matan entrenado. Hay que aprender a jugar el partido de la economía estable y para eso hay que prepararse”.