El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) continuó con la metodología implementada en 2021, que incorporó en las estimaciones de producción de uva los aportes realizados por otras instituciones de gobierno y entidades privadas, de todas las regiones vitivinícolas del país. En ese contexto, en las últimas horas lanzó el pronóstico de cosecha para la zona norte, de San Juan para arriba, que mostró un preocupante 14% de caída en la oferta de uvas.
“Considerando la anticipación natural en la maduración que tienen las uvas en las provincias del norte argentino, se presenta en primer lugar un informe, de los resultados obtenidos en los trabajos de estimación realizados, de las provincias de San Juan, La Rioja, Catamarca y Salta y con posterioridad, en el mes de febrero el informe relativo a Mendoza, Neuquén y Rio Negro”, explicó el INV sobre estas estimaciones dividas.
Las noticias no son buenas, pues el organismo prevé caídas en la cosecha de uva para vinificar en todas las pro provincias, con un pico de retroceso del 44% en el caso de Catamarca. Pero en San Juan, provincia que explica los mayores volúmenes de uva en esta región, el achique de la oferta será de casi 700 mil quintales, o un 14%, en relación a la vendimia pasada.
“En todas las provincias disminuirá la producción con respecto a la cosecha de la temporada anterior, en distinto grado, dependiendo del estado hídrico del viñedo al momento de la ocurrencia de heladas, de la presencia o no de malezas en el camellón, de si el suelo estaba compacto o no entre otros”, indicó el informe del INV.
Luego agregó que “si bien las heladas tardías de fines de octubre afectaron a todo el país, la provincia de Catamarca sería la más afectada, aunque “dada la baja extensión de superficie cultivada con viñedos de esta provincia, su incidencia en el total de la zona norte, no reviste un impacto relevante”.
Además marcó que “en todas las provincias se ha observado una producción heterogénea con un tamaño menor del grano y del racimo, debido a múltiples factores, como las heladas que producen desequilibrios fisiológicos, eventos de granizo, ola de calor con temperaturas máximas por encima de los 40ºC y mínimas de 30ºC y, por último, la falta de agua que sufre la región en general”.