La inflación de abril fue de 6%, pero el precio de la carne vacuna volvió a subir por encima en de ese indicador. La medición que hizo el IPCVA (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna) da cuenta de que hay un incremento del 8,5%, y entonces por segundo mes consecutivo la carne subió más que la inflación. En tanto, en los últimos 12 meses la inflación fue de 58% y la carne aumentó 68%.
Lo sorpresivo del informe es que también se dio un fuerte salto en el precio de la carne de pollo, cuyos incrementos sueles ser menores. Este producto se encareció 11% solamente en abril y en el año tiene un aumento del 69%, más que el de la carne. Eso permitió achicar levemente la relación asado-pollo que según la medición del IPCVA es de 3,5 kilos de pollo por 1 kilo de asado. Eso sucede a pesar de que la oferta que vuelcan las avícolas al mercado interno es elevada y permite un consumo de 47/48 kilos por habitante al año.
A pesar de estos saltos, el sector avícola no está al menos por ahora en la mira de los funcionarios, en parte porque el valor del kilo del producto es muy inferior al de la carne vacuna, en parte porque la habilidad de sus representantes le permiten obtener medidas a favor, como los recientemente anunciados créditos subsidiados para ampliar la capacidad de producción. Además para este gobierno la carne de pollo no considerada un bien salario ni cultural como la vacuna.
En la Argentina ya se producen 52 kilos de carne de pollo por habitante, y las avícolas van por más
La variación que en abril tuvo la carne vacuna (+8,5%) da cuenta una vez más de la inelasticidad de la demanda, porque la oferta se redujo 5% en abril respecto de igual mes del año pasado pero 2,5% en lo que va del primer cuatrimestre. Como dijo el analista Ignacio Iriarte: “el consumo resiste una ingesta por debajo de los 47/45 kilos”.
Además hay que tener en cuenta que gran parte de la población tiene serias dificultades para comprar este alimento con lo cual es más evidente la presión que ejerce el consumo doméstico que todavía tiene poder de compra.
Otra causa de la suba tiene que ver con el proceso inflacionario. Del 8,5% de aumento de abril la mayor parte debe ser adjudicada a la continua suba de todos los precios que hacen a la definición del valor de la carne, como la hacienda, costos industriales, laborales, comerciales, energéticos e impositivos.
Y en tercer término también incide el valor del ganado para la faena. De acuerdo con los datos publicados por el Mercado de Liniers, en abril la hacienda tuvo una suba interanual de entre 63% y 66% esos pocos puntos porcentuales con la carne dan cuenta de que no toda la suba de la hacienda se pudo trasladar al mostrador aunque este respondió muy bien teniendo en cuenta la situación económico del país.