Por Nicolás Razzetti.-
La peor de las enfermedades que afecta la citricultura a nivel global, el HLB, apareció en medio de la estratégica zona productora de Entre Ríos
A diferencia de otros caso de la enfermedad citrícola detectados en nuestro país con anterioridad, esta vez no se trata de una planta de traspatio (de uso casero y probablemente importada de otro país que ya tenía la enfermedad). Lo que detectó el Senasa es la presencia del insecto vector que transmite la enfermedad dentro de una zona altamente productiva de cítricos dulces (naranjas y mandarinas básicamente).
El HLB no tiene cura y solo se lo puede frenar erradicando las plantaciones. En varios países, como Brasil y Estados Unidos, genera innumerables problemas sanitarios, los incrementos de costos correspondientes y el riesgo de cierre de mercados.
Ver: Fernando Borgo: “El Senasa no está controlando como debe el HLB”
En su página web, el Senasa informó que “se trata de ejemplares del insecto vector de la enfermedad, hallados en la provincia de Entre Ríos, luego de 13 años de que la plaga haya sido diagnosticada en Brasil”.
La detección se produjo al norte del macizo del río Uruguay. Productores de la zona explicaron que se trata de una región que suma 78 mil hectáreas que se reparten con Corrientes y donde están radicadas las chacras “una al lado de la otra”. Con lo cual hay mucho temor respecto de a una rápida difusión de la enfermedad. Las localidades más próximas son Concordia y Chajarí.
Dirigentes de la Federación del Citrus de Entre Ríos dijeron que todavía no se habían reunido con los técnicos y funcionarios del Senasa para analizar cómo seguir. La reunión tendría lugar en las próximas horas. Desde la entidad destacaron que en Entre Ríos hay 1.800 productores y 20 mil trabajadores en riesgo. La actividad ocupa 38 mil hectáreas y donde se generan 2.000 toneladas de fruta.
Ver: La ilusión que nos condena: un virus transgénico, posible cura a la temible HLB
“Nunca se tomó real conciencia del problema al que nos enfrentábamos. Estamos ante una posible hecatombe. Las responsabilidades son del sector privado y del público, Senasa y gobierno provincial. Era algo que se veía venir y finalmente los temores se transforman en una realidad. No se supo prevenir y ahora hay que buscar el remedio a la enfermedad. Es muy preocupante para el sector”, dijeron los directivos de la Federación.
Las pérdidas probables que puede causar el HLB fueron medidas por el IICA (IOnstituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura) en un informe que hace poco publicó Bichos de Campo:
- La disminución en producción podría alcanzar 1,2 millones de toneladas.
- La caída en las exportaciones podría ascender a 287 millones de dólares y 137 millones para los productos procesados.
- Los consumidores podrían enfrentar subas de precios significativas.
- El empleo podría verse afectado, perdiéndose entre 11 mil y 36 mil puestos de trabajo.
- En el caso de que la enfermedad afecte solamente a los cítricos dulces (por razones geográficas), las variaciones igualmente serían de importancia.
- Caída de 374 mil toneladas en la producción de naranja, 160 mil de mandarina y 48 mil de pomelo.
- Las exportaciones retrocederían en 160 millones de dólares.
- El impacto sobre el empleo es de importancia y no muy inferior al caso en que se incluye el limón, entre 9.894 y 30.765 puestos de trabajo.
- El producto bruto para toda la economía descendería en 5 mil millones de pesos.
- La balanza comercial se afectaría en 1.213 millones de pesos, o 261 millones de dólares.