Hace solo tres años un grupito de empresarios se hizo cargo del frigorífico Frideza, que está ubicado en General Deheza, Cordoba, y que desde su fundación había estado en manos de Luis Frassia.
La planta, que este año cumple 50 operando de forma ininterrumpida, fue adquirida por Agustín Santomero, Daniel Córdoba y la firma Emprendimientos Agropecuarios el 29.
Desde el vamos, los nuevos propietarios apostaron por la modernización y ampliación de la planta y desde que se hicieron cargo están reinvirtiendo lo que ganan. Así lograron triplicar la faena y poner en marcha diferentes proyectos.
Agustín Santomero (foto), uno de sus directores, contó que incrementaron de forma notable la utilización de la capacidad instalada de la empresa. “Cuando llegamos a la planta tenía capacidad ociosa significativa, faenaba aproximadamente 2.000 vacunos al mes y unos 2.000 cerdos. Desde que la operamos, hace poco menos de 2 años, triplicamos la producción y la idea es seguir haciéndola crecer, darle empuje al consumo y meternos en la exportación, en los mercados de más valor”.
En Frideza se hace el ciclo 1 (la faena), el ciclo 2 (el desposte) y el ciclo 3 (se producen embutidos frescos y secos).
Desde que se hicieron cargo a esta parte la faena pasó a ser de 6.300 vacunos, el triple que en el arranque de la nueva gestión. La faena de cerdos se mantuvo estable, pero ellos agregaron la producción de chacinados y al mes fabrican 100 toneladas de diferentes embutidos.
El salto productivo, dijo Santomero, se dio gracias a la buena coordinación laboral de los socios que están bien encima del negocio y en el que “reinvertimos todo lo que se gana, no estamos sacando nada”.
El también matarife abastecedor, que ahora faena allí el ganado que compra, contó que se están haciendo “inversiones sobre todo en frío y en mejoras para acceder a los mercados internacionales. En pocos meses haremos pruebas a destinos como Hong Kong o Brasil, para aceitar los procesos necesarios”, avisó.
Esa apuesta tiene que ver con la necesidad de diversificar mercados y riesgos. “Lo mejor es integrar consumo y exportación” y no tener los pies en un solo plato.
El empresario dijo que en esta decisión de crecer y agregar valor, también buscan producir una variedad mayor de embutidos con diferentes marcas.
“En cuanto a los proyectos, planeamos construir una planta que permita procesar el sebo y levantar una planta faenadora y productora de carne cerdos separada de la vacuna para poder acceder a los mercados internacionales más exigentes”, explicó el director de Frideza.
La empresa hoy tiene 220 empleados en forma directa, más todos los indirectos, pero con las inversiones en marcha pendientes seguramente en poco tiempo serán muchos más. Respecto de la proyección, lo que se planea es llegar a una faena vacuna de 10.000/11.000 cabezas al mes y poder despostar 7500/8000 reses.
“Es difícil llevarlos a cabo de forma rápida, porque hay poco crédito y todo lo que es rentabilidad se reinvierte para el crecimiento de la planta hasta que lleguemos al proceso de ampliación que se puede dar en 1 año o en algunos más. Depende mucho del contexto crediticio ya que son inversiones grandes y costosas y es mejor hacerlo a paso lento pero seguro”, concluyó Santomero.