Ceferino Berti nació entre vacas lecheras. Su padre inauguró el tambo familiar hace 55 años, bastante tiempo antes de que naciera Ceferino. Por eso él sabe bien que la actual no es la peor crisis que ha vivido la lechería sino una más en una larga serie. “En 1997 fue complicada, en 2001 fue muy complicada, en 2006 también fue complicada…”
Lo que queda claro escuchándolo es que el sector está acostumbrado a vivir de sobresalto en sobresalto.
-¿Y por qué te parece que cada diez años se viva una crisis?- le pregunta Bichos de Campo.
-Es una rueda y cada tanto nos toca. Cada vez que hay una corrida cambiaria somos los primeros que caemos. La soja arranca, los gastos suben en dólares y nosotros quedamos ahí, esperando- resume.
Mirá la entrevista completa con el productor de Ticino, en Córdoba.
Berti está ahora al frente de un establecimiento de mediano a grande, que produce 12 mil litros de leche por día. Los cobra recién a los 30 o 40 días de entregados a la fábrica láctea. También parece estar resignado a eso.
“Estando estable (el mercado) quizás los plazos no serían un gran problema”, considera el productor, que de todos modos critica otras injusticias de la cadena. “Un consumidor va y compra un litro de leche a 28/30 pesos y nosotros estamos cobrando 6,80 o 7 pesos. Hay un desfasaje en el medio y termina pagando también los platos rotos el consumidor, que entonces paga caro, consume menos y a nosotros se nos complica para vender”. El círculo vicioso.
Pese a esa situación, Berti aclara que “acá no hay que pelearse con nadie” sino “buscarle la vuelta a la situación entre todos”. Pide “sentarse a charlar en serio para hacer una lechería en serio”.
Recuerda: “La lechería da muchísima mano de obra. Yo creo que es más fácil ayudar a la lechería y no dar planes sociales, a quienes no lo necesitan por lo menos. La soja da trabajo, pero ni lejos el trabajo que dan 100 hectáreas dedicadas a la lechería, donde tenemos 3 o 4 personas trabajando”.
Berti no critica a este gobierno sino a todos. “Acá lo que no hubo nunca es un plan serio. Nadie se ha preocupado nunca por hacerlo. Toman algunas medidas que duran nada”, afirma Berti sobre los sucesivos funcionarios.
Dice Ceferino, que nació entre vacas lecheras, que actualmente un tambo está tan sobre exigido que debe obtener entre 8.000 y 9.000 litros por hectárea. “Por debajo de eso se complicar subsistir, te van comiendo los gastos y te quedas en el tiempo y terminás alquilando (el campo) por 10 quintales de soja, porque es más fácil”.