Los coletazos de la crisis económica, profundizada severamente por la cuarentena, le pegan también al sector productores de porcinos. Diferentes entidades del sector, que agrupan tanto a productores como a industriales, advirtieron que “la comercialización de carne de cerdo no es ajena a esa realidad”. Y por eso lanzaron una campaña que busca poner al alcance del consumidor “cortes que provienen del jamón y la paleta (de donde salen los embutidos), en carnicerías y supermercados del todo el país a menos de 155 pesos por kilo”.
Esa “solución” (la venta de las patas del cerdo en fresco) busca no sobresaturar más la oferta interna de fiembres y embutidos. Lo que se busca es desagotar los stocks con este tipo de promociones, a la espera de que esoos bajos precios seduzcan otra vez al consumidor.
La “realidad” a la que refieren las entidades del sector porcino tiene varias aristas que no fueron del todo explicadas en el comunicado de prensa.
Por un lado hay que tener en cuenta algo fundamental: la inflación supera el 50% anual y eso afecta el poder de compra de los argentinos, que casi no tuvieron recomposición salarial por paritaria este año. Es en ese mercado, el local, donde se vende la mayor parte de la carne de cerdo, ya que se exporta muy poco. En efecto los datos oficiales dicen que la exportación significa menos del 5% de la producción y el consumo se come el 95%. El año pasado se produjeron 630 mil toneladas res con hueso y se exportaron apenas 25 mil.
La menor de las tres carnes principales que se producen en la Argentina tiene problemas para sostener el espacio ganado en los últimos años. Por eso, según explicaron operadores del sector, muchos frigoríficos están congelando carne en cantidades significativas, lo que agrega costos a esa producción en un contexto de baja de precios.
Gran parte de la producción porcina se transforma en embutidos, que tienen mucha salida en el canal “Horeca” (hoteles, restaurantes y caterings). Pero ese canal quedó virtualmente anulado por la cuarentena. Y por otra parte, como es habitual en esta época del año, también bajó el consumo hogareño de estos productos. Ese habitual que en otoño-invierno baje el consumo de fiambres. Pero esa baja se agravó ahora por cierta reticencia de la gente a la manipulación de los fiambre que puede haber en los comercios minoristas, explicaron analistas del sector.
Ver La pagina HoyCerdo enseña varias formas para consumir ese tipo de carne
Además en el mercado local el cerdo compite contra una oferta de carne vacuna sostenida (con un consumo per cápita de 50 kilos anuales). En abril, plena cuarentena, la faena de vacunos aumento 10% y en muchos supermercados se consiguen cortes premium a ofertas imbatibles. También hay una alta oferta de carne de pollo, que permite un promedio por habitante y por año de 46 kilos y a precios también accesibles.
Los operadores del negocio porcino están preocupados por la crisis del consumo, como pasa en otras cadenas alimenticias. Por caso, con la leche. Esa preocupación se refleja también en la caída notable que tuvo el precio del capón, que pocos meses atrás empató a los precios del novillo. Hoy el precio máximo del capón es de 77 pesos, mientras que el promedio del novillo en el Mercado de Liniers es al menos 10% superior y el del novillito hasta15% superior.
Me alegro por la falta de consumo. Sigan así hasta que no coman mas esos pobres animales. La naturaleza también tiene sus venganza..