La usurpación de propiedades rurales no arrancó con el caso Etchevehere. Es un tema de larga data que pone en evidencia diferentes conflictos y realidades. Entre ellos, la desigualdad social, la imposibilidad de acceder a la tierra y a la propiedad, y a un Estado que no funciona como ordenar de la sociedad.
De todo eso fue víctima Natalio Iglesias, vicepresidente de la Asociación de Productores de Legumbres del NOA, quien hace unos años perdió un campo ubicado en la localidad El Quemado, departamento Pellegrini, Santiago del Estero.
“Ese campo lo adquirió mi padre y fue usurpado en 2009/2010. Estaba metido el Mocase (Movimiento Campesino de Santiago del Estero) con apoyo del gobierno nacional, del kirchnerismo. Los abogados nos dijeron que también había gente del conurbano bonaerense”, explicó el productor.
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Se trata de un establecimiento que suma 1.200 hectáreas. La familia Iglesias se presentó ante la Justicia con el título de propiedad correspondiente y las constancias del pago de los impuestos, pero su reclamo no prosperó.
“Nos presentamos incluso con los antiguos propietarios, que todavía vivían ahí. El vecino que intentó evitar que entraran al campo fue baleado en una pierna. Cuando fuimos a tratar de desalojar estaban con topadoras sacando alambres. Básicamente perdimos el campo. La justicia de Santiago no se expidió sobre el tema”, señaló.
El productor y dirigente dijo que el suyo no es un caso aislado, que hay muchos otros productores damnificados en la región y que por eso “desde la Asociación de Productores de Legumbres, junto con Sociedad Rural Argentina, Prograno y Federsal, entre otros, estamos viendo si convocamos a crear un grupo anti-toma basado en el ámbito de los jueces, los fiscales, las fuerzas vivas y el sector privado que sabrá primeramente si lo usurpan o no”, indicó.
Iglesias dijo que en el norte del país hay tierras fiscales “que se pueden colonizar”.
“Se necesita organizar grupos para colonizar tierras estatales (con el tamaño suficiente), que les permita tener una escala productiva, porque lamentablemente el productor chico y mediano no puede acceder a la propiedad”, indicó.
Lo de la escala de cada emprendimiento es un tema crucial en estos planes de colonización. “Los chicos y medianos estamos desapareciendo”, explicó Iglesias, que pidió bajar la presión fiscal y desarrollar una nueva Ley de Emergencia Agropecuaria que pueda evitar que “los desmanes (del clima) no te dejen a la vera del camino”.