La sequía sigue castigando a la producción ovina patagónica, cuando se está comenzando con la esquila.
“La única buena noticia es que falta poco la primavera. Esperamos que llueva porque llevamos tres años de seca y el castigo es muy fuerte, las ovejas están en malas condiciones”, relató Miguel O´Byrne, productor santacruceño y gerente del Instituto de Promoción de la Ganadería de esa provincia.
En una reciente entrevista en la Exposición Rural de Palermo, O’Byrne explicó como funciona ese ente público y privado, integrado por representantes de los productores y del gobierno provincial:
En las esquilas preparto, las lanas que se está obteniendo son más livianas debido al mal estado de las ovejas. Por eso se espera que “la producción llegue a sólo 35 millones de kilos, sería el volumen más bajo en 100 años”, señaló Miguel.
Los efectos de la seca no terminan ahí. Al estar mal alimentadas las madres, las preñez fue baja, “y por eso esperamos que las señaladas, es decir la producción de corderos, sea también baja”, sostuvo el ganadero.
Según O´Byrne, “tenemos menos de 2 millones de cabezas ovinas en la provincia, en los últimos 100 años. Solo una vez tuvimos menos stock que ese. En toda la Patagonia hay cerca de 6,5 millones de cabezas cuando la media de los últimos 20 años es de 9 millones de animales”.
En este contexto de crisis, la otra mala noticia del sector es que no se están percibiendo los fondos de la Ley Ovina. En su origen, hace más de 20 años, esta ley contó con un fondo de 80 millones de pesos que equivalían a 20 millones de dólares. En su última aprobación se destinaron 850 millones de pesos, que hoy al tipo de cambio de 360 pesos suman 2,3 millones de dólares, apenas el 10% del fondeo inicial.
“Lo más grave es que no están bajando el dinero para financiar los proyectos presentados por los productores que, inflación mediante, van quedando desactualizados”, señaló O´Byrne, quien agregó: “la explicación que nos dan es que Economía no gira el dinero”.