Este viernes, tal como había anticipado Bichos de Campo hace más de una semana, finalmente se publicó en el Boletín Oficial el nombramiento del nuevo director nacional Lácteo. En el Ministerio de Agricultura se tomaron seis meses para definir quién debía ocupar esa silla, como si la actividad lechera no requiriera de políticas ni tuviera temas urgentes por atender.
Arturo Jorge Videla, quien fuera subsecretario de Lechería (área hoy degradada) entre 2009 y 2015, asumió en ese cargo. Entre los productores parece que no dejó el mejor recuerdo. “Ojalá nos equivoquemos y ojalá haga una gran gestión, pero no lo vemos con buenos ojos desde la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe (Meprolsafé)”, dijo Marcelo Aimaro, ex presidente y actual directivo de esa entidad.
Escuchá la entrevista con el productor lechero santafesino:
El dirigente lechero explicó por qué no le tiene fe a la gestión que se inicia. “A Jorge lo conocemos hace mucho, desde 2009. Consideramos que volver al pasado no es bueno. Su gestión estuvo siempre enredada”, resumió.
Explicó luego: “No me olvido de las publicaciones de aquella época cuando se hablaba del cepo lácteo, cuando tuvimos precios de quebranto, cuando se hablaba de producir 18 mil millones de litros cuando producíamos 10.300 millones. No se concretó la liquidación única y tampoco se concretó una ley de lechería. Si me remonto a esas declaraciones de 2011, después de 10 años estamos en el mismo lugar, seguimos estancados, sin reglas de juego”.
Las reglas de juego que reclama Aimaro y todo el arco productivo lechero tienen que ver con generar un mercado transparente en el que se pueda conocer cómo se define el precio y que en definitiva el productor deje de entregar su mercadería a la industria para cobrar quien sabe cuánto ni cuándo.
“No soy amigo de las libertades totales, hay que tener reglas a cumplir y eso reclamamos: saber de dónde sale nuestro precio, cómo se forma. También saber qué pasa con los saldos exportables, con lo que sobra”, sostuvo Aimaro.
El productor santafecino además se refirió a la coyuntura lechera que deberá enfrentar la nueva gestiónd e Videla. Destacó que “hace cuatro meses que el precio está estancado” en torno a los 18 pesos, y remarcó que si bien el consumo interno “está bien” hay preocupación por lo que está pasando con las exportaciones.
“La producción está firme. El desafío es ver cómo hacemos para colocar esa producción”, que creció 8,5% en los primeros 4 meses del año. “El problema lo tenemos con la leche que sobra y hay que exportar sí o sí para evitar sobrestocks y bajas de precios al productor”, señaló el dirigente de Meprolsafe.
Aimaro además destacó que los bajos precios por la leche en una economía que tuvo mucha inflación a pesar de la parálisis económica que generó la cuarentena, sigue complicando los resultados económicos de los tambos, que fueron malos en los últimos años y que llevaron a que muchos productores chicos y medianos dejaran la actividad.
Eso se traduce en menos puestos de trabajo Si un establecimiento lechero genra demanda de empleo para cinco personas, como dice un estudio del INTA, en los últimos año el sector perdió miles de empleos y la noticia pasó sin pena ni gloria, aunque con ella se genera un problema social y demográfico. “En los últimos años desaparecieron 2 mil tambos. El resto de la cadena da trabajo, pero el tambo da arraigo, el tambero vive en el campo. Eso no es sólo producción sino también arraigo” finalizó Aimaro.