Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) reúne datos estadísticos sobre el sector lechero argentino, que son los que nos han dado pie para poner este triste pero a la vez cierto título de esta nota. Mirando los datos de la última década, la lechería se ha transformado caso en sinónimo de estancamiento.
A lo largo del período 2008-2019, y aunque se hayan dado variaciones de producción, entre el inicio y el cierre de este intervalo histórico analizado en el documento sólo se creció un 3,33%.
Lo peor de todo, según aclara el documento de la BCR, es que si se extendiera el análisis a 1999 “el efecto producido es idéntico”. Es decir que el estancamiento se remonta a dos décadas. La producción total para dicho año fue de 10.329 millones de litros, y la producción para el año 2019 fue de 10.343 millones de litros, casi idéntica. Con lo cual podría afirmarse que el crecimiento entre 1999 y 2019 fue de solo 0,13%.
“Es claro el estancamiento productivo cuando la producción total de leche en millones de litros es aproximadamente el mismo valor habiendo transcurrido 20 años entre un año y el otro. El panorama es más claro aún si se realiza una comparación con otros países. Según datos brindados por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), en el período 2000-2016, países limítrofes como lo son Uruguay, Brasil y Chile, crecieron todos más de un 40% en cantidad de litros, incluso Chile llegando a crecer más del 70%”, comparó tristemente el análisis.
En el mismo lapso histórico, la cantidad de unidades productivas de leche en Argentina evidencia un retroceso. En 2008, 11.542 establecimientos producían leche en Argentina, para contabilizar en 2018 los 10.722 establecimientos. Hubo un pico en 2012, donde se alcanzaron los 12.003 establecimientos. Pero luego de eso el número de unidades productivas no ha dejado de descender.
La producción de leche a nivel nacional, según datos del año 2017, está distribuida geográficamente en 3 provincias principalmente, Córdoba (37%), Santa Fe (32%) y Buenos Aires (25%). Su sumatoria da una participación del 94% del total a nivel país. De los 11.326 tambos existentes en ese mismo año, el 35,1% estaban ubicados en la provincia de Santa Fe, 30% en Córdoba, 22,1% en Buenos Aires y 7,6% en Entre Ríos. Con estos datos podemos concluir que la escala de producción en la provincia de Córdoba es la mayor a nivel nacional.
Tampoco hubo en este década grandes cambios en los mercados a dónde fue dirigida esta oferta estancada. A grandes trazos, el sector “orienta aproximadamente el 80% de su producción al consumo interno y 20% a exportaciones”.
En cuanto al consumo interno, se estima que el promedio para todo el período (2008-2019) es equivalente a 200 litros de leche por año aproximadamente. En el año 2019 se registró una fuerte reducción en las cantidades consumidas por los habitantes del país (caída del 5.9% con respecto al año anterior y del 12.8% con respecto al año 2008).
Dentro de las estimaciones del consumo interno puede notarse un cierto reflejo de lo ocurrido con el número de establecimientos productivos. A partir de los 214 litros de leche per cápita por año del año 2012, el consumo cae por debajo de los 200 litros y, con la excepción del 2015, los valores no logran superar dicho registro.
En el caso del sector externo, las exportaciones han sufrido una reducción de aproximadamente el 20% en cantidades de toneladas y de un 32% en cantidades de dólares ingresados al país.