Los buenos precios de la leche, y sobre todo la mejora en la rentabilidad que tuvieron los tambos al menos durante todo el año pasado y este, impulsaron los precios de las vaquillonas de reposición.
La situación se refleja también en las estadísticas de Senasa, según las cuales hay casi 1,6 millón de vacas lecheras, 5% más que el año pasado.
En cuanto a la evolución de los precios, según las estadísticas de la Cooperativa Guillermo Lehmann, especializada en el comercio de este tipo de haciendas, el valor en dólares promedio de los últimos 12 meses es de 2.750 dólares por vaquillona, lo que significa que tuvo un incremento de 50% con relación a un año atrás, cuando el promedio llegó a un piso de 1.810 dólares.
Vale aclarar que ese promedio toma en consideración todas las categorías, desde la de mejor genética hasta las vacas más viejas y de baja productividad. Además, hay que considerar que para esos cálculos se computan los negocios realizados de agosto a julio del año siguiente.
Desde el año pasado a esta parte, el valor del dólar no tuvo grandes cambios, pero sí el precio de la leche: en junio del año pasado era de 33 centavos de dólar y hoy llega a los 42 centavos de dólar.
Eso ayudó a que los productores tengan más dinero disponible para comprar ganado de mejor genética. Ahora bien, si se mide la suba de la vaquillona de tambo en litros de leche su mejora fue de cerca de 4%, mucho menos que el incremento registrado en dólares.
Esa tendencia a la mejora en los valores de estos animales se está acentuando en estos últimos meses. Según Mauricio Tschieder, directivo de la Cooperativa Guillermo Lehmann, “en febrero una vaquillona con muy buena genética valía 6.000 litros de leche, pero ahora se comercializa a 7.000 litros, en sólo unos meses su mejora fue de 20/25%”.
Según explicó, eso tiene que ver con la recuperación de la rentabilidad de los tambos. El sector primario mejoró su capacidad de pago y mantiene la necesidad de mejorar la productividad de sus rodeos para soportar costos crecientes de la actividad.
Además Tschieder indicó que se está dando otro cambio importante en este mercado ganadero, que tiene que ver con cuestiones genéticas. “Cada vez más se usa el semen sexado y por eso la mayoría de los nacimientos son de hembras, lo que genera una mayor oferta de vaquillonas de calidad porque a los establecimientos más grandes les sobran animales lo que es bien absorbido por los tamberos que están mejorando la genética de sus rodeos”.
Ese interés en la reposición de animales se refleja en la cantidad de vacunos en producción. Según datos de Senasa, en abril de este años había 1,5 millón de vacas de tambo, 4% más que un año atrás.