En el primer programa de TV de 2020 en Bichos de Campo fue acerca de la crisis hídrica en los valles regados del sur bonaerense. Allí se había anticipado el corte de la temporada anual de riego anual, las reservas de agua en el embalse Casa de Piedra se habían agotado y todos ya temían por la nueva siembra. De esa zona, donde la superficie bajo riego se bajó a la mitad, pasando de 140 mil hectáreas a solo 70 mil hectáreas, surge el 80% de la producción argentina de cebolla.
Para dar continuidad al tema, volvimos a consultar a Luciano Príncipe, presidente del Consorcio Hidráulico del Valle Bonaerense del Río Colorado, la entidad que agrupa a los productores con derecho a riego con el agua del Río Colorado, dentro de una vasta zona ubicada entre las ciudades de Bahía Blanca y Viedma. Los denominados “regantes” son 1.350 productores dueños de lotes de 100 hectáreas.
La crisis allá sigue, más allá de que las recientes nevadas en la Cordillera habilitaron las ilusiones sobre una reversión de la crisis hídrica, que ya lleva una década. Príncipe contó que al inicio de la temporada 2020/21, la restricción del riego ya se hizo notar. “Este año perdimos los riegos pre siembra de trigo y cebada o de cebada con vicia y avena para hacer picado”, manifestó.
Pero el productor sobre todo advirtió que “corremos el riesgo de perder el cultivo de cebolla, que es el más importante porque es el que sustenta la actividad económica de la zona, ya que emplea mucho porcentaje de mano de obra. De hecho, de acá sale el grueso de la producción nacional y gran parte se exporta también a Brasil”.
Mirá la entrevista completa a Luciano Príncipe:
“Nos preocupa esto porque tememos que la crisis hídrica se transforme en una crisis social, para estas localidades que tienen un sistema de funcionamiento tan particular, porque la gente consume en la zona, el dinero se vuelca acá. Hoy un jornal de cebolla ronda los dos mil pesos por día, es decir, es mucha plata la que perderemos si no llegamos a sembrar la cebolla en septiembre”, resaltó Príncipe.
El presidente del Consorcio Hidráulico del Valle Bonaerense del Río Colorado acentuó que “es necesario tener el agua a tiempo para no perder hectáreas de cebolla, la cual se suele sembrar el 1° de agosto en seco y luego se empieza a regar. El problema es que se estiró la ventana hasta luego del 20 de septiembre. Acá dependemos pura y exclusivamente del agua de riego, porque sino es inviable hacer el cultivo solo con lluvia”.
El problema es que históricamente la temporada de riego terminaba el 1° de mayo. “Pero este año la tuvimos que terminar un mes y medio antes, para poder tener una reserva de agua para esta temporada que arranca en agosto próximo. Y encima los cálculos que habíamos hecho de nieve que se iba a convertir en agua, más el agua del dique Casa de Piedra, resultaron menor a lo estimado”, indicó Luciano.
“Hoy estamos con caudales de 30 a 40 metros cúbicos que vienen de la montaña y llegan al dique, cuando históricamente eran el doble. Además, el agua viene con mala calidad, con una salinidad muy alta. El problema de acá en adelante es que tendremos el deshielo recién en noviembre y que el dique está en una cota extremadamente baja”, dijo en alusión a que se arrancaría mal con la campaña venidera.
Mirá el programa que Bichos de Campo dedicó a la crisis hídrica en el Valle Bonaerense del Río Colorado: