En el primer cuatrimestre del año las exportaciones de productivos lácteos sumaron 118.900 toneladas lo que significó una baja de 6% respecto de igual período del año pasado. En abril los embarques sumaron 27.150 toneladas, es decir, 4% menos que en marzo y 6,6% menos que en abril del año pasado.
Esto sucede a pesar de que se está dando un proceso de recomposición de la producción, que se espera se afiance en los meses próximos y que es una consecuencia positiva del elevado nivel de precipitaciones que se viene dando desde la primavera.
También hay mejores precios de exportación. Según el tablero de control de la Secretaría de Agricultura, el valor de la tonelada en abril fue de 4.119 dólares, 15% más que en igual mes del año pasado.
Hay más oferta de leche y mejores precios internacionales, algo que debería ayudar a generar más negocios y un incremento del aporte de divisas del sector, pero se está dando el proceso inverso.
La fiesta exportadora que muchos esperaban con este gobierno no se está dando, porque luego de una 2024 en el que se contó con los beneficios de la devaluación se instaló un proceso de incremento de los costos en dólares y por lo tanto la Argentina se transformó en un país caro y poco competitivo. Esto que le pasa a la leche le sucede también al sector de la carne vacuna.
Con un dólar estancado en cerca de los mil pesos por unidad y una inflación de 2% a 3% mensual, la Argentina tiene inflación en dólares y a los sectores exportadores se les complica acceder a los mercados mundiales.
El consumo interno termina pagando mejor y con cobro más rápido que otros países y se vuelca más mercadería a la demanda interna.
Con estos costos en dolares no le vamos a vender nada a nadie …pero con un sueldo medio podes ir a ver a Boca o River perder en el mundial de clubes en EEUU