La palabra “oportunidades” es una constante en la charla que tuvimos con Raúl Bletramino, productor de leche en la localidad de santafecina de Eusebia.
Se define a sí mismo como un aprovechador de oportunidades, que suelen estar más a mano en los momentos buenos, pero no solamente en esos y que le permitieron, a lo largo de los 40 años que lleva al frente de la empresa familiar, pegar saltos importantes.
A inicios de los 80 hizo la colimba y al regreso se sumó al trabajo en el campo con su padre, que tenía un tambo con brete a la par de 50 vacas, al que poco tiempo después le hicieron la fosa. Para esa época su padre decidió dejar en sus manos la conducción de campo.
No fueron épocas sencillas. En aquellos años hubo una gran inundación del río Paraná que se llevó puesta gran parte de la producción agropecuaria de su cuenca. De hecho, su establecimiento quedó 100% bajo el agua y durante un año no pudieron trabajarlo ni tener ingresos.
Eso le dio la primera pauta de la importancia de la planificación, que lograría poner en marcha años más tarde gracias al asociativismo con productores y el apoyo del movimiento CREA, con el que tuvo “la oportunidad de viajar fronteras afuera y ver otras costumbres y las formas de producir en otros países”.
Raúl no sólo no sacó los pies del plato, sino que estuvo atento a tomar cada opción que se le presentaba para crecer, y así varias décadas más tarde logró consolidar una empresa que cuenta con 8 tambos, 7 de ellos en campos alquilados en un radio de 35 kilómetros a la redonda.
Así el rodeo inicial que era de 50 vacas, se transformó en uno de 2600 que producen en promedio 25 litros por días o 1500 por hectárea.
Para sostener esa estructura cuenta con un equipo de trabajo importante. Cada tambo tiene su personal viviendo en el campo, y cada 3 tambos hay un encargado de producción. Además, su hijo Andrés comenzó a trabajar con él a la par en la dirección de la empresa. En marcha está el legado, tal como su padre lo hizo con Raúl en los 80.
“Fuimos aprovechando las oportunidades como el apalancamiento de créditos. A veces nos jugábamos bastante porque no había mucha información como ahora y nos tirábamos de cabeza. Luego con el movimiento crea empezamos a hacer gestión económica y tomamos deudas orientados a la producción. Eso nos dio la oportunidad de crecer. Luego vinieron las crisis, pero al tener planificación se las puede superar”, explicó a Bichos de Campo.
Beltramino también rescata como clave en ese proceso el asociativismo con otros productores. “Gracias a eso compramos en los 80 una perima maquinaria para hacer fardo entre 13”, contó. Ese fue el inicio de las inversiones en maquinaria e infraestructura que le permitieron producir más, de forma más eficiente y crecer.
Para ellos poseen una empresa que vio la luz a fines de los 80 y con la que hacen servicios “para producción de cultivos, el alimento balanceado, el acopio de cereales, lo único que no hacemos es el picado para silos”.
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La planificación de la producción forrajes, indicó, es clave y fue lo que los ayudó a sobrepasar sin mayores sobresaltos la seca del año pasado. En el campo hacen alfalfa, luego la transforman en heno y silo, a lo que se suma silo de maíz y de sorgo.
“El campo es así, no se puede entrar y salir cuando uno quiere. Lo que buscamos siempre es mantenernos en las buenas y malas. Nos tenemos que desenvolver haciendo una buena planificación. Tenemos un negocio a la intemperie, tenemos que hacer la comida para pasar la mala y cuando viene la buena época las vacas producen bien si sostenemos su bienestar animal y alimentación, asegurando la preñez y criando las terneras. Nuestros tambos son rentables, tenemos buenas rentas y momentos ajustados pero la perspectiva para este año la vemos como buena”.
¡Guau! Encontramos un tambero que dice que tiene rentabilidad y que ve el negocio con optimismo, que dice que se puede crecer aprovechando las oportunidades que se van presentando.
“El año pasado salió mucha vaca a los frigoríficos por la sequía, y eso hace que este año va a faltar leche, así vamos a poder hacer la diferencia que no hicimos en 2023”, explicó.
En cuanto al sistema de producción señaló que es pastoril con suplementación. “Tenemos uno con encierre, pero vimos que ese no es el sistema para la zona. Tenemos más producción pero tenemos más costos y no lo vemos como atractivo. Uno va buscando el sistema que puede gestionar mejor. Tenemos mucho con campo alquilado, la tierra no es nuestra y hacer inversiones importantes en esos casos no es sencillo”, detalló.
“¿Van por más?”, le preguntamos a Raúl y sin dudarlo respondió: “Siempre hay que ir por más”.
“La familia se fue incorporando a la empresa y les estoy dando la oportunidad para que vean lo que ellos quieren hacer son ella, porque la empresa que no crece se empieza a envejecer. No veo como alternativa quedarse estancado. En este país necesitamos de todos los años un porcentaje de crecimiento y un porcentaje para retiro y cada vez tenemos más oportunidades de tener un mejor pasar y de aprovecharlo, hay que trabajar y darse los gustos”, finalizó.