Según datos del Senasa, la faena llegó a 1.084 millones de bovinos durante febrero, lo que significa un incremento de 6% con relación a los animales procesados por la industria en igual mes del año pasado.
Si bien con respecto a enero hay una caída, se debería tener en cuenta que hubo 3 días hábiles menos, y que en definitiva el promedio de faena por día en febrero terminó siendo alto.
Estos datos dan cuenta de que la oferta ganadera sigue siendo importante, y que esto tiene que ver con la sequía que sigue castigando a diferentes regiones productivas.
Los datos aportados también infieren que la recomposición de valores que se dio desde inicios de año, y con más fuerza en febrero, no se explica por el faltante de hacienda, sino por la necesaria recomposición de ingresos de los sectores comerciales e industriales.
Muchos de esos operadores también tienen hacienda en el engorde a corral y no pueden seguir tolerando las pérdidas que se venían acumulando, no sólo en la terminación de ganado, sino en la producción de carne ya que en el último año aumentó fuerte la energía y los salarios.
Ante este escenario, resta ver cómo será el traslado de esa mejora a los valores en la góndola. Por lo pronto, esa dificultad está frenando la continuidad de la recomposición del precio en el Mercado Agroganadero de Cañuelas.
Respecto de la composición de la faena, la suma de novillos y novillitos equipara a la de febrero del año pasado, y si se agrega el aporte de terneros, MEJ (macho entero joven) y toros, los machos representaron el 53% del total, y por consecuencia las hembras el 47% restante.
En este caso se observa un aumento en la faena de vaquillonas de 6%, consecuencia de la oferta de los feedlots a los que se recurrió para terminar ganado de alguna manera en meses de fuerte sequía.
Además, se desprende de los datos aportados por el Senasa, que en relación al año pasado la oferta de vacas fue 20% superior, lo que da cuenta de la necesidad de los criadores de hacer tactos de forma anticipada, y de esta forma liberar antes los campos, dado que las lluvias no llegan y es necesario conservar sólo a los animales productivos.