Como es ya una tradición en el sector agroindustrial argentino, los representantes de las cuatro principales cadenas agrícolas organizaron un evento de fin de año en el cual solicitaron la eliminación de los derechos de exportación. Y también, como es usual, el mensaje es ignorado por el gobierno de turno (no importa cuándo lean esto).
Este lunes el presidente de AcSoja, Rodolfo Rossi; el de Argentrigo, Martín Biscaisaque; el de Asagir, Juan Martín Salas Oyarzún, y el de Maizar, Federico Zerboni, presentaron –en un evento realizado en la ciudad de Buenos Aires– el discurso oficial de las cuatro cadenas.
“Necesitamos continuar estabilizando la economía. Un marco normativo acorde a una economía más abierta y competitiva. Eliminación de derechos de exportación y otros impuestos distorsivos, inversión en infraestructura y menos burocracia”, solicitaron.
El productor y secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, estuvo presente en la reunión, sólo a modo decorativo, porque no tiene potestad alguna en materia de diseño del esquema impositivo nacional.
También reclamaron una nueva legislación de semillas, la implementación de un plan de desarrollo de biocombustibles y apoyo a la sinergia público-privada en ciencia y tecnología.
“Compromiso privado en la adopción de las buenas prácticas agrícolas, cuidando el medio ambiente y produciendo alimentos de calidad y un Estado que acompañe las gestiones con otros países que quieran imponer políticas desmedidas que atenten contra nuestra producción”, señalaron en referencia al reglamento 1115 de la UE-27.
“Para lograr estos objetivos, hay que aprovechar al máximo nuestras fortalezas. Contamos con una de las cuencas fotosintéticas más eficientes del mundo, productores jóvenes y capacitados, y un fuerte compromiso con la innovación”, afirmaron.
Además indicaron que “para alcanzar una mayor eficiencia en el sector agroindustrial, necesitamos un Estado que actúe como un verdadero socio estratégico, comprometido con el desarrollo apoyando a la ciencia, la innovación y la apertura de nuevos mercados”.
En este sentido, aseguraron que “es crucial avanzar hacia una reforma impositiva integral que reduzca la carga tributaria y simplifique los procesos burocráticos, tanto a nivel nacional como provincial y municipal”.
Saluden al “dólar exportador” que se va ¿Qué implica eso para el agro?
“La normativa que regula las actividades productivas debe ser analizada y debatida con un enfoque regional, evitando trabas y regulaciones locales que afectan la competitividad, especialmente de las pymes”, pidieron las cuatro cadenas.
Otro capítulo del discurso abarcó la necesidad de explorar nuevas formas de gestión que involucren al sector privado en cuestiones que impactan directamente en la competitividad de las cadenas agroindustriales. “Un ejemplo concreto es la infraestructura vial rural, donde la participación privada en la gestión puede aportar soluciones innovadoras y eficientes”.
Un caso destacado al respecto es la iniciativa público-privada “que logró responder eficazmente al ataque de la chicharrita, proporcionando certidumbre respecto a la evolución futura de la plaga”.
Por otra parte, destacaron “el plan presentado para modernización de la Hidrovía, un proyecto clave que mejorará significativamente la logística y la eficiencia en el transporte de nuestros productos, impulsando el desarrollo económico de Argentina”.
“Sólo la experiencia del trabajo en equipo nos dará la confianza para abordar temas con intereses y visiones contrapuestas. Las cadenas son el mejor lugar para practicarlo, construyendo un sector agroindustrial más innovador y competitivo donde cada eslabón desarrolle al máximo sus ventajas competitivas. En la actualidad no alcanza en la Argentina con que el productor sea muy competitivo tranqueras adentro”, resumieron.
Mirás la fotito de ésta gente trajeada y, lo primero que pensás es ……… ¡ la saben y, entonces, ” la tienen clara ” !!!! Pero en realidad ………….. ¡ HACEN PIRUETAS COMO LUPIN ENTRE LOS NUBARRONES !!!!!!!!!!
Hagamos un ejercicio práctico y fácil de entender………….
Hoy en día, don Pascual, propietario de 200 hectáreas en Casilda ( Sta Fé), vive de renta pasiva arrendando su campo a JULIAN,un productor de su zona, quién le paga 18 qq por hectárea y siempre le cumple.
Al momento que el gobierno quitare las retenciones………. ¿ Van aparecer golpeándole la puerta a don Pascual varios ” Julianes ” ofereciendole superar lo que está recibiendo ??????
Ni lo duden…..La demanda se volverá más salvaje y, en definitiva, siempre el gran ganador será el dueño de la tierra rentista pasivo, mientras el estado resigna vital recaudación.
El problema de las retenciones, lo tienen los arrendatarios, no los dueños de tierras. Y éste problema se lo buscaron ellos mismos, porque pujan y se sacan los ojos por los lotes con buena aptitud.
Las retenciones agropecuarias o impuesto a la producción ,afecta negativamente a los arrendatarios como a los propietarios del campo , al único que lo beneficia de manera significativa es al estado recaudador con las alícuotas confiscatorias que por supuesto no arriega nada.