El presidente Alberto Fernández no ha sido prolífico, a un año de su gobierno, para mantener reuniones con los sectores productivos: más bien las viene esquivando. Pero este lunes se supo que hace unos días el Presidente abrió las puertas de la Casa Rosada para recibir a la actriz Liz Solari, quien le llevó medio millón de firmas reunidas por el movimiento vegano para oponerse a la firma de un acuerdo gubernamental con China, para instalar aquí 25 mega criaderos de cerdos para exportar a ese país.
Ese acuerdo, de todos modos, por ahora está en stand by por decisión de los propios funcionarios chinos. “No hay nada por ahora. Las empresas argentinas siguen vendiendo carne de cerdo y tienen su planes de crecimiento, pero no hay respuesta del gobierno chino sobre el Memorandum de Entendimiento”, señaló un alto funcionario de la Cancillería ante una consultas de Bichos de Campo, ya que la respuesta de Beijing se esperaba para noviembre.
“Hay que seguir trabajando con nuestros empresarios y productores y aumentando las exportaciones”, añadió la fuente oficial, casi resignado a que no habrá finalmente acuerdo con los chinos, pero por decisión de aquel país, que ha empezar a recomponer su producción porcina, diezmada en 2018 por la aparición de la Peste Porcina Africana. De hecho, esa situación explica el crecimiento de las importaciones de granos desde China, que mantiene altos los precios en el mercado global. Y también el récord exportador de carnes a ese país, no solo vacuna sino también porcina y aviar.
En materia de carne de cerdo, en once meses de 2020 se llegó a exportar casi 40 mil toneladas, un volumen histórico que equivale a casi 5% de la producción local y representa un salto de 67% respecto de igual periodo de 2019. China, como se ve, compra carne aún sin haber colocado aquí sus enormes granjas.
En noviembre llegamos muy cerca a las 40.000 ton de exportación de carne y subproductos porcinos. Todo un récord del Sector Porcino Argentino. #cerdoargentino #porcinos pic.twitter.com/48Ka9JHrZC
— Juan Luis Uccelli (@juanluisuccelli) December 10, 2020
La Unión Vegana Argentina (UVA), entre muchas otras entidades ambientalistas y veganas, y con un visible apoyo de varias personalidades del mundo del espectáculo, viene oponiéndose a la radicación de estos criaderos a gran escala (hubieran implicado una crecimiento del 50% en el stock de madres actual de la Argentina). La intensa campaña mediática ha intentado con bastante éxito demonizar los sistemas intensivos de producción porcina, generando una gran corriente de rechazo a ese proyecto entre la población.
La visita de Liz Solari a la Casa Rosada ha sido el punto más alto de esta agenda cargada de prejuicios y temores. Según se informó ahora en las redes sociales, sucedió el 25 de noviembre a las 13.30 horas. La actriz concurrió al encuentro acompañada de Manuel Alfredo Martí, presidente de la UVA, y se presentaron al Presidente una petición contra el acuerdo con China que sumó 528.000 firmas hasta el momento.
“La entrega fue precedida por un cálido almuerzo, donde el presidente de la Nación ofreció platos veganos a Liz y a Manuel, mientras el primer mandatario escuchó atentamente los argumentos que motivaron la recolección del medio millón de firmas y el video Nuevas Pandemias Industria Argentina’, que se viralizó.
Este es el video que miró el presidente. Plagado de subjetividades y de algunas mentiras fácilmente comprobables, cuenta con la participación de casi treinta figuras o “celebridades”:
Según informó la UVA a sus adherentes, luehgo de haber sido “informado ampliamente del clamor popular en rechazo de la instalación de las megafactorias de cerdos chinas en Argentina”, Alberto afirmó que el gobierno “no va a promover modelos industriales de producción de ganado porcino que puedan poner en riesgo la salud pública”.
Ante esta situación, Liz Solari le mencionó que en la provincia del Chaco ya se había firmado un acuerdo entre privados y su gobernador, y el presidente respondió que eso era potestad del ámbito provincial. “Pero reiteró que desde Nación, no se iban a autorizar sistemas de producción basados en números desproporcionados de cerdas madres en las factorías, o que observen características contaminantes para el ambiente”, indicó esta versión.
La UVA, con mucha más suerte que la Mesa de Enlace u otras entidades agropecuarias a la hora de hablar con el Presidente, le propuso “llevar adelante un Plan de Salud Nacional cimentado en la alimentación basada plantas y sustentado en la producción agroecológica de alimentos y el desarrollo de huertas familiares”.