Crónica del diario La Nación de septiembre de 2002, luego de la crisis más profunda, hace más de 15 años. Decía: “En épocas en las que a la Argentina casi todo se le presenta adverso, la inauguración de una moderna planta industrial en la que se invirtieron 70 millones de dólares no es un acontecimiento que pueda pasar inadvertido. Así lo entendió el presidente Eduardo Duhalde, que no quiso perderse la oportunidad de asistir al acto”.
¿En que consiste el acuerdo? Pues en la venta a Arla Foods de la mitad de la planta modelo que inaugurara Duhalde allá lejos y hace tiempo, y que todavía estaba en manos de Sancor.
“La sociedad se conformó en el 2001 y al año siguiente inauguró su planta modelo en la localidad de Porteña. Más adelante, en 2010, se amplió la capacidad de producción. Esas nuevas obras realizadas incluyeron la puesta en marcha de plantas de evaporación, cristalización, secado spray, envasado y un depósito de producto terminado”, recuerda Morais en su crónica. La planta industrial procesadora de suero cuenta con 22.000 m2 de superficie, una capacidad de procesamiento de 2.300.000 litros de suero por día y de elaboración que alcanza 35.000 toneladas al año de producto terminado.
Queda clara la urgencia de Sancor por conseguir dinero fresco, como el que obtuvo por la venta hace ya casi dos años a Vicentin de sus fábricas de yogures, postrecitos y flanes. Morais explicita que el dinero que pueda producir esta nueva operación “será aplicado a la reorganización empresarial que está en marcha, y de ninguna manera para gastos corrientes”, según directivos de la cooperativa argentina.