Del 16 al 19 de noviembre, este fin de semana largo, se realizará la tercera edición de ConBoca, el festival gastronómico más importante de la región cuyana. La cita es en el Arena Maipú, en Mendoza y habrá puestos de comida, espacio para bodegas, un patio cervecero, ‘food trucks’ o cocinas móviles, un espacio dedicado a los niños, un mercado de productores, huerta orgánica y zona de fuegos al aire libre, con asados, empanadas y pasteles, que así llaman allá a las empanadas fritas.
ConBoca no hace referencia al club de fútbol que tiene la mitad más uno de los hinchas. Quiso la suerte que este festival, cuyo nombre hace alusión a “convocar a comer”, se realice justo una semana antes de la súper final de la copa Libertadores, que tiene como protagonistas a los dos mayores clubes de la Argentina. No significa esto preferencia por alguno de los dos contendientes, aclaran los organizadores.
En este ConBoca habrá potros jugadores, como Francis Malman, Donato de Santis, Osvaldo Grossy o Maru Botana.
Este festival es producido por Carolina Daffra, Soledad Lores y María Urrutigoity, profesionales con trayectoria en diseño, marketing y gastronomía respectivamente. “La idea es reunir a referentes de la gastronomía mendocina, productos regionales, vinos y bodegas y así posicionar a Mendoza como uno de los principales destinos enogastronómicos de Argentina”, explican.
Será un espacio para conocer y fortalecer la identidad cuyana, como también aprender más sobre comidas saludables. Mendoza abunda en platos a base de tomate, entre ellos el clásico Tomaticán o Tomatada, y no se pierdan de probar la sopaipilla, que es la torta frita pero se amasa con harina y puré de zapallo. Ya hemos hablado de ella en esta sección.
Del grupo organizador, María Urrutigoity es la cocinera o cheff. Según ella, el festival será una auténtica “peña”, con todas sus raíces culturales, porque claramente será un encuentro festivo donde revivirán la más alta y profunda cultura mendocina, con respeto, honestidad e inclusión.
A María la pueden hallar en Mendoza dando talleres de cocina saludable, de cocina oriental, o en la web haciendo alfajorcitos de maicena de colores verdes o celestes, junto a niñas y niños. María aconseja hacer todo el proceso en compañía de los chicos. “Salgan a comprar los ingredientes con ellos si tienen más de 9 años, y luego junto a ellos pesen y midan, amasen y cocinen. O que ya les tengan todo pesado y medido si tienen entre 2 y 9, porque a esa edad tienen poca paciencia”, aconseja.
Atiendan bien a lo que nos dice: “Es muy lindo para los chicos que puedan asociar esta experiencia con el disfrute y la gratitud. Mientras ellos cocinen seamos amorosos, alentadores y dulces con ellos. Estas pequeñas acciones como preparar una receta con sus manitos van forjando su autoestima y es importante que sientan libertad para hacer y también para equivocarse y que sientan también nuestra alegría y reconocimiento por sus logros. Tengamos en cuenta que los alfajores ya van a ser perfectos por el simple hecho de estar hechos con sus manitos, con su energía y con su amor”.
Miren, con su alma de docente, cómo nos explica claramente la diferencia entre rehogar y saltear:
“Rehogar: es la acción de cocinar un alimento en una sartén con materia grasa y sal, a fuego bien bajo y removiendo continuamente hasta que esté cocido. El objetivo del rehogado es que el producto no se dore, sino que quede tierno y bien cocido.
Saltear: es una técnica de cocina que se utiliza cuando queremos que los productos, la carne o las verduras, queden cocidos, pero doraditos y crocantes.”
María nos resalta que uno de los temas a tratar en las charlas de cocina del Festival será cómo comer mejor y más rico, aprovechando todo lo que tenemos en la propia cocina, de modo que cuidemos el bolsillo y la salud. Y resalta que estarán presentes los restaurantes de cada bodega mendocina recomendando maridajes.
Para ir entrando en el clima festivo, nos despedimos con una cueca cuyana, “Póngale por las hileras”, de uno de los más grandes autores y compositores mendocinos, Félix Dardo Palorma, de origen humilde pues procedía de los aborígenes huarpes. Interpretada por el dúo Orozco-Barrientos (Tilín Orozco en guitarra y segunda voz y Fernando Barrientos en primera voz).