A pocos días de que Javier Milei cumpliera su primer mes de gestión como presidente de la Nación, Bichos de Campo contactó a Jesús Silveyra, especialista en mercados agrícolas y ex funcionario del macrismo en ese área de la Secretaría de Agricultura, para conocer su opinión sobre los primeros pasos del libertario. La entrevista, sin embargo, no se concretó ya que pidió esperar al menos a que el gobierno cumpliera tres meses en funciones.
En ese momento, la Ley de Bases no había sido aún rechazada por Diputados, pero ya se visualizaba un horizonte complicado, con importantes desacuerdos en material fiscal principalmente, donde el nuevo gobierno intentó subir retenciones para varios complejos agroindustriales a pesar de anunciar su reducción en la campaña electoral.
Los tres meses pasaron, las retenciones finalmente no se tocaron, pero la incertidumbre sobre el rumbo de las autoridades continúa, al punto tal de que habrá que esperar otro par de meses para conocer el resultado de las negociaciones por el “Pacto de Mayo”, en el que Milei convocó a gobernadores. Por eso este medio volvió a la carga con Silveyra, quien cumplió su promesa de darnos la entrevista.
Un breve currículum suyo diría que es Licenciado en Administración de Empresas, con trayectoria en la función privada ligada al agro, y con un paso por el sector público con la llegada de Cambiemos en 2015. En aquel año, Silveyra asumió el puesto de subsecretario de Mercados Agropecuarios y tuvo a su cargo asuntos claves como la fijación de los precios FOB de los productos agrícolas y la administración del Registro de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), por el cual se define el pago de retenciones.
Una segunda parte del CV de Silveyra -quizás la más personal de todas- diría que es poeta y escritor publicado, con un libro recientemente lanzado sobre la Virgen María. Por obvias razones, nuestra atención será puesta en su cara más política.
Previo a la victoria de Milei, este ex funcionario ya había sugerido que cualquier gobierno que asumiera debía cumplir con cinco pasos para lograr el éxito. Ellos eran liberar, reducir, desideologizar, auditar y recrear.
“El primer paso era liberar a los mercados. La forma de hacerlo era eliminando los cupos de exportación, tanto de granos como de carne; eliminando los volúmenes de equilibrio que se usaron durante años; quitando los fideicomisos como el de la harina y el aceite; eliminando las SIRA a la importación; quitando registros y exigencias para las inscripciones en la operación del comercio de productos agropecuarios, y terminando incluso con sistemas de laudo como el de la yerba mate”, detalló Silveyra.
“En ese sentido se avanzó muchísimo. Se hizo casi el 80% de esto. Faltan algunas cosas como eliminar registros, y que aquellos que persistan sean solamente para informar al Estado. Pero en materia de mercados, el gran avance es el achicamiento de la brecha cambiaria. Creo que el gobierno está yendo por buen camino hacia la quita del cepo cambiario”, añadió a continuación.
Frente a esto, Bichos de Campo le consultó por el intento de subir retenciones, algo que iría en contra de este punto.
“Me pareció equivocado ese asunto y estuve en contacto con muchos diputados por eso. Todo lo que desincentive la producción no es bueno. Además de ajustar, el país necesita crecer y para eso hay que liberar el mercado. Por suerte el gobierno dio un paso atrás en esto y creo que hay que ir hacia una eliminación de los derechos exportación”, afirmó.
-Hubo mucha disconformidad respecto al argumento puesto por el gobierno de subirlas por poco tiempo, sabiendo que siempre que se dijo nunca se bajaron. De alguna forma quedaba trunca la justificación. ¿Cómo vio eso?
-Fijate que el impuesto al cheque que puso Cavallo y nunca más se sacó. Es difícil sacar impuestos una vez que se impusieron. Pero ahí creo que la discusión se resolvería con una ley de coparticipación federal, que es donde están los verdaderos problemas. Es la distribución de los impuestos entre Nación y las provincias, lo que le corresponde a cada una no solo por cantidad de población, sino por su aporte al producto bruto nacional. Ahí hay una gran distorsión, donde hay 10 provincias que evidentemente subsidian a las otras 14. Eso es sabido.
El segundo punto clave para Silveyra apuntaba a una reducción del Estado, principalmente en materia de empleo público.
“Hay que reducir las áreas de gobierno, revisando el traspaso de empleados de planta temporaria a planta permanente que hubo en el último tiempo del gobierno anterior. Hay que elaborar normas y leyes para reducir el tamaño del Estado. Parte se hizo, parte quedó trunca al no aprobarse la Ley de Bases y al cuestionarse un poco el DNU, porque obviamente la estabilidad del empleo público es un derecho constitucional incluido en el artículo 14 Bis. Yendo en específico al área agropecuaria, también hay que revisar el tamaño del INTA y los objetivos que tiene. Para mí está sobredimensionado”, indicó.
-¿Sobredimensionado en términos de la planta de trabajadores o en qué sentido lo dice?
-Sí, para mí está totalmente sobredimensionado y con objetivos desviados e ideologizados, como todo lo que sucedió durante los gobiernos kirchneristas. Y ahí entra el tercer punto que yo mencionaba. Se dio un poco de la misma forma en el Conicet, con esas investigaciones que se hacían sobre el sexo de Batman, que eran a nivel personal, con objetivos personales de los técnicos, y no teniendo en cuenta un objetivo nacional, un objetivo de país.
En cuanto al cuarto paso propuesto, el de auditar, Silveyra reconoció que la gestión de gobierno aún tiene mucho por hacer.
“Falta auditar una serie de programas. El caso que pongo de ejemplo es el famoso Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), que fue una vergüenza nacional. No sirvió para estabilizar los precios ni de la harina ni del pan, y benefició en un 80% a los grupos económicos que estaban en concurso de acreedores, que según la normativa del programa no debería haber podido recibir un solo peso. También hay que revisar el Fondo del Tabaco y, para mí, eliminarlo”, señaló el ex subsecretario.
Incluyó en ese punto, además, el Programa de Incremento Exportador (PIE) de Massa. “Le hizo perder al país 7 mil millones de dólares por diferencia de cambio. Está ahí sonriente y de vuelta en el ruedo, cuando habría que hacerle un juicio por el incumplimiento de los deberes funcionarios públicos”, justificó.
La quinta etapa supone para Silveyra recrear el escenario.
“Nosotros tenemos que ver cómo llegamos a producir 300 millones de toneladas de granos y cómo duplicamos las exportaciones de carne. Si queremos acabar con la pobreza que nos interpela a todos, tenemos que ver cómo producimos más, al margen de los recursos minerales y energéticos. Tenemos que aumentar las exportaciones. Cuando entramos en el gobierno en diciembre del 2015, decíamos que el objetivo a 2030 tenía que ser producir 300 millones de toneladas de granos y ya no llegamos. Estaremos en 137 a 140 millones de toneladas con suerte. Mirá lo que ha crecido Brasil estos años. Y hay dos cosas básicas que tiene: dólar libre y no derechos de exportación”, detalló.
-En este objetivo, con una quita ya efectiva de volúmenes de equilibrio y cupos, ¿qué le diría a quienes afirman que habrá un riesgo para el abastecimiento del país?
-Que no habrá ningún riesgo. Yo estuve cuatro años como subsecretario de Mercados en el gobierno de Macri y nunca se puso ningún cupo ni ningún volumen de equilibrio, y no hubo desabastecimiento. Ese es un invento falaz con el argumento de ayudar a la mesa de los argentinos, para que no suban los precios internos, pero que nunca dio resultado. Nosotros tuvimos eso libre 4 años y no faltó ni el trigo ni el maíz. Ahí también operan mucho los lobbies, los círculos rojos que quieren un país cerrado. Si te pones a pensar, Brasil y Estados Unidos importan cuando no les alcanza. ¿Cuál es el problema?
Macri le pidió a Milei que, tal como hizo él, se anime a bajar retenciones al agro ¿Le hará caso?
–Y en ese sentido, ¿la baja de precios internacionales nos complica?
-Obviamente. Te complica en este momento por ingreso de divisas y por bajar la recaudación por derechos de exportación. Algo de lo que se está empezando a hablar, pero que no se verá en el corto plazo, es el efecto de la Niña en el hemisferio norte, que llegue a Estados Unidos, Europa, Ucrania, y ahí los precios podrían cambiar. La tendencia hoy por hoy es medio bajista. Subió un poquito el mercado, porque se especula con la zafriña del maíz en Brasil, pero fundamentalmente se debe a los fondos. Muchas veces, cuando hablamos de mercado, miramos nada más los fundamentales desde el punto de vista agropecuario, y nos olvidamos del movimiento de los fondos. Los fondos estaban muy vendidos en Chicago.
-¿Cómo ve a los productores ahora? ¿Cree que van a salir a vender sus cosechas rápido o que van a esperar a una posible devaluación?
-Si yo le tengo que recomendar a un productor, le diría que yo vendo. Hoy por hoy el tema cambiario está bastante controlado. Yo no creo que se espere una devaluación en el corto plazo, sino más bien una convergencia de valores entre el contado con liquidación y el dólar oficial, que le permita al gobierno en algún momento levantar el cepo, cosa que puede ser en junio o puede ser antes. Todo depende de la cantidad de dólares que tenga el Banco Central. Hoy te conviene vender y colocar los pesos. Aunque no parezca, aunque los plazos fijos o las cauciones estén dando una tasa de interés menor a la inflación, en términos de dólar están mejorando el precio del producto notablemente. En definitiva hasta 30 días vamos a tener más dólares con un dólar quieto.
-Respecto a esos cinco puntos que mencionaba como claves para una nueva gestión, ¿se encuentra conforme con el proceso de Javeir Milei en estos primeros tres meses?
-Sí. Hay algunas cosas, algunos programas que me gustaría que se auditen a fondo. También cuando se metió lo del UPOV 91 de las semillas en la Ley de Bases no estuve de acuerdo. Me parecía peligroso, sobre todo por el uso propio, ya que podía dar lugar a querer cobrar un royalty en el segundo uso, cuando ya pagaste el royalty al comprar las semillas. Eso tiene que estar bien estudiado y bien claro. Soy más partidario de una ley de semillas.
-¿Pero no perdió la confianza en esta nueva gestión aún?
-No, para nada. Yo confío en que vamos bien hasta que me demuestren lo contrario. De todas maneras, quisiera mencionar que hay una cierta distorsión de precios en los mercados. Nosotros en este momento tenemos un dólar oficial, tenemos un dólar exportador que es 80 y 20, y hay un poco de confusión de precios entre los valores del mercado a término expresados en dólar oficial. Hay una cierta distorsión de precios por ese 80/20 que yo espero que si pronto se saca el cepo, se termine. De igual forma, si se saca el cepo habrá que ver lo que hacen con el Impuesto País. Si vos tomás el dólar de importación más el impuesto país, está más caro que el contado con liqui. La importación de insumos agropecuarios está un poquito más cara. Tampoco se resolvió el encarecimiento de las tasas a los productores que retienen cierto stock de soja, que me parece ridículo que se mantenga.
“Pero bueno, son tres meses. Es bastante lo que se ha ido avanzando”, concluyó.