La producción hortícola está presente en todo el territorio misionero y crece de la mano de colonos que cultivan la tierra y que avanzan en la incorporación de tecnología para el sector. Una necesidad detectada en el trabajo de un joven profesional se convirtió en una oportunidad para el desarrollo de un insumo clave para la horticultura local.
“Un buen cultivo inicia con un buen plantín” resume Marcelo Carballo, titular de la plantinera Amanecer Campero, en diálogo con Bichos de Campo.

Hijo de agricultores, nacido y criado en la chacra, Carballo pudo cursar diferentes estudios para egresar como Profesor Universitario en Ciencias Agrarias y Técnico Universitario en Producción Agropecuaria. “Vengo de una familia productora, principalmente tabacalera y yerbatera. Gracias al acceso a la educación pública, pude estudiar, formarme y egresar en estas carreras” cuenta con orgullo.
Una vez recibido, este joven profesional trabajó asesorando y capacitando a productores de la zona. Luego de realizar una especialización en horticultura protegida, Carballo decidió emprender junto a su pareja Micaela Belén Pereira. Juntos, sembraron la semilla que germinó como Amanecer Campero, un vivero ubicado en el municipio de San Vicente en la zona centro este de Misiones.

“La plantinera surge a partir del trabajo que venimos desarrollando con los productores hortícolas de la zona en el proceso de asistencia técnica. Allí fuimos detectando una problemática importante que era la dificultad de mantener la continuidad y sostenibilidad en el abastecimiento de productos hortícolas en el mercado. Eso se debía principalmente a que los productores no contaban con material de propagación, es decir, con plantines hortícolas de buena calidad disponibles en la zona”.
Si bien muchos colonos intentan producir sus propios plantines, luego enfrentan varias dificultades como la falta de semillas genéticamente adaptadas a la región y terminan padeciendo problemas de germinación por la baja calidad del material disponible. Esta situación recurrente predispone a los cultivos a problemas sanitarios con enfermedades que afectan el desarrollo de los plantines. Todo esto en conjunto afecta los ciclos productivos y finalmente reduce la oferta de hortalizas en los mercados locales.

–¿Por qué el plantín es un insumo importante en la producción hortícola?
–El plantín es un insumo clave y representa el punto de partida de cada cultivo hortícola. Si comenzamos con un buen plantín, garantizamos un desarrollo uniforme, una rápida adaptación post trasplante, justamente, del cultivo, y un óptimo aprovechamiento de los recursos, tanto de agua como de nutrientes. Comenzar con un plantín sano y bien enraizado marca la diferencia en todo el ciclo productivo. En cambio, si tenés un plantín débil o con problemas sanitarios, puede generar demoras y pérdidas, además de altos costos de manejo. Por eso decimos que es un insumo estratégico que define la productividad y la calidad de las hortalizas.
–¿Cómo se caracteriza la producción hortícola en la zona?
–La horticultura local se caracteriza por el trabajo a campo, es decir, el cultivo en suelo. Sin embargo, en los últimos años, algunos productores ya comenzaron a incorporar sistemas mucho más tecnificados, con el objetivo de maximizar la producción, disminuir el uso de los recursos y optimizar el aprovechamiento de los espacios. Además de eso, desde el vivero estamos acompañando a los productores en el proceso de instalación y manejo de sistemas como plantaciones de tomate en sustrato, una modalidad que se ha revelado efectiva para hacer frente a la bacteria Ralstonia solanacearum. También impulsamos cultivos de hortalizas de hoja en sistema NFT y floating, dentro de lo que es la hidroponía.

–¿Cuáles son los productos más demandados?
-Los cultivos con mayor demanda en el vivero son principalmente los cultivos de hoja. En primer lugar, la lechuga con más 600.000 plantines despachados en lo que va del año. Le sigue la cebollita de verdeo, el perejil, la acelga y el repollo, entre todos hablamos de unos 400.000 plantines. Y finalmente, tenemos una demanda importante de cultivos pertenecientes al grupo de las cucurbitáceas, principalmente sandía, que esta temporada alcanzó las 70.000 unidades.
–¿Hay un escenario de mayor producción de hortalizas frente a cultivos tradicionales como la yerba y el té?
-La horticultura hoy representa una alternativa económicamente viable para muchos productores de la zona frente a cultivos perennes como la yerba y el té. Es un tipo de producción que ofrece una tasa de retorno mucho más rápida que otros cultivos tradicionales. También, es una producción que según el nivel de tecnología que queramos implementar, permite trabajar con mayor economía y eficientizar el uso de los recursos disponibles. Además, la horticultura posibilita la generación de ingresos en superficies sumamente pequeñas, facilitando que más productores puedan incorporarse a esta actividad, y así fortalecer su economía familiar.

De cara al futuro, Amanecer Campero proyecta ampliar su capacidad de producción y mejorar la eficiencia del vivero. “Queremos incorporar nuevas estructuras que nos permitan aumentar el volumen en la producción de los plantines. Además, estamos trabajando en la implementación de nuevos sistemas de riego y en el proceso de siembra y manejo que optimicen cada etapa del trabajo. Y, sobre todo, buscamos fortalecer y reforzar aún más el vínculo con los productores locales acompañándolos con jornadas y asistencia técnica con el objetivo justamente de garantizar la continuidad y la calidad de los productos hortícolas que demandan los mercados locales”, comparte el joven profesional.
Con varias cuencas hortícolas en desarrollo, se consolidan cadenas cortas de comercialización. Los productores que antes miraban a la capital provincial como principal mercado, abastecen hoy a municipios locales con una producción hortícola que busca afirmarse en calidad, cantidad y continuidad. La disponibilidad de insumos como plantines no sólo optimiza y acorta ciclos productivos, sino que incorpora tecnología al proceso y a la tarea diaria de los colonos misioneros.
“Hoy por hoy, somos los únicos específicamente dedicados a la producción de plantines hortícolas en la zona de San Vicente. La cercanía con los productores reduce costos y complicaciones logísticas además de trabajar con materiales de calidad y con un enfoque técnico productivo y a una escala que nos permite acompañar la demanda local de manera constante”, concluye el titular del establecimiento.




