El abuelo de los hermanos Tomaselli arrancó con el tambo varias décadas atrás, aunque en realidad lo que hacía era “sacarle algo de leche a las vacas de cría”. Luego el padre de este trío de hermanos tamberos tomó las riendas del asunto en los años 80 y profesionalizó bastante el asunto. Con el inicio del nuevo milenio se hicieron cargos los de la tercera generación.
Son Tomaselli cinco hermanos, pero tres forman parte de la sociedad que le alquila el tambo al padre. Otro hermano que es veterinario colabora con la empresa.
El tambo está en General Villegas, en la cuenta oeste bonaerense y sus socios participan de la actividad gremial a través de Caprolecoba. También forman parte del Crea tambero Villegas-Ameghino.
“Tenemos un muy buen equipo de trabajo que no exige que yo esté todo el tiempo arriba de la diaria”, contó Sergio, quien se encarga la gestión del tambo. Otra hermana está en la administración de la firma y un varón conduce la empresa de picado de silos, que a veces subsidia a la que produce leche.
En ese equipo de trabajo hay nietos de los empleados que arrancaron la actividad junto con su abuelo. Por eso los Tomaselli los consideran como “parte de la familiar”.
En el establecimiento producen 9.000 litros diarios de leche, es decir que son del estrato de tambos más grandes del país. Pero aún así la pelean porque la crisis económica y la que vive especialmente el sector lechero también los alcanza. Se les complica crecer y sobre todo incorporar tecnología.
“Ordeñamos 350 vacas, algunas propias y otras alquiladas, y arrendamos el 60% de la superficie. De a pocos vamos transformando la hacienda alquilada en propia, tratamos de ser muy eficientes porque cuando uno no es propietario y debe pagar alquileres de vacas y tierra, no puede andar errando, hay que tener el lápiz bien afilado”, explicó Sergio a Bichos de Campo.
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Si bien es un tambo de alta producción, los hermanos saben que tienen materias pendientes en cuanto a la incorporación de más tecnología, que es a lo que se apunta. Pero las condiciones financieras no están dadas para hacerlo.
“Nos veníamos atrasando en infraestructura. Pensábamos en sumar tecnología, pero con estos debacles económicos que hacen que uno quede descalzado respecto al dólar, hacerlo se vuelve muy complicado. Incorporamos tecnología a nivel de la alimentación con software para los mixers (mezcladoras de alimentos), que permiten el monitoreo remoto. Pero todavía no pusimos collares en las vacas ni fuimos por la robotización, aunque a eso se apunta, esa es la idea”, explicó el productor.
La crisis que vive la actividad les pega también a estos establecimientos de mayor escala, que buscan sobrevivir al maremoto financiero para que no se los lleve puesto la ola.
“Ya van 24 meses que venimso complicados y uno se va comiendo las amortizaciones y paga con infraestructura el mantenimiento del nivel de producción. Uno no puede salir desesperado a cerrar grifos como la alimentación. Esta situación implica ingeniería financiera: cuando se venden vacas o entra dinero por venta de la leche se compra alimento o lo que se requiera. Es una carrera que se viene repitiendo y se está acentuando en el último tiempo”, comentó.
Para contextualizar las cosas, hay que saber que la leche se cobra en pesos y su precio depende mucho del consumo interno y las exportaciones de lácteos que puede realizar la industria. A la vez, muchos de los costos de un tambo se fijan en dólares. Con la sequía se hizo mucho más difícil contar con alimento barato, especialmente pasturas. Esto se ha agravado en los últimos tiempos, ya que otros componentes de la dieta de las vacas lecheras, como la soja, se ha encarecido artificialmente por la aplicación de los sucesivos Dólar Soja. En definitiva, lo que entre en el tambo no alcanza a cubrir los costos, y esto obliga a ir recortando gastos.
Tomaselli sabe que “el panorama es complejo y el clima es la única esperanza que nos queda. Es muy difícil tener una actividad de largo plazo en un país de corto plazo y sobre todo sin moneda, que es el principal problema que tenemos los que vendemos en pesos”.
El productor de leche dijo que esta actividad requiere de un horizonte al cual dirigirse, que se sostengan medidas que ayuden al crecimiento del sector y que no se cambien las reglas de juego constantemente.
Y cuando compraron los dolares a 20 ,con macri ,ya hubieran invertido en ese momento , ,tenemos la leche mas cara del mundo ,750 ,peso un litro o si te gusta 0,75 dolares , en estados unidos cob esa plata te compras tres litros ,en envase plastico …siempre pierden.dan risa nuestro productores ,
Hola Jorge, puede ser que algunos sean como decís, pero con suerte llegan al 5%. Sabés a cuánto vende la leche el productor? 111 $ x litro osea que si convertimos 0,11 dólares x litro. Empezá a producir y te aseguro que cambiarías tu opinión. Saludos