La vida de Anita Serigos está cruzada por la historia de la vieja estancia Santa Ana, que ella sabe de memoria y comparte. La conoce de memoria porque siendo una niña ella pasaba todos los veranos en el lugar, junto a sus abuelos, sus hermanos, sus padres y sus primos. La comparte justamente porque es la historia de su familia. La historia de sus ancestros aristocráticos pero también la historia de sus hijos, que ya se han amalgamado con los nuevos tiempos. Para mostrar que la vida sigue y que todo es un cambio constante, uno de ellos mantiene una huerta agroecológica en una de las viejas piscinas en desuso que hay en el lugar.
Ana conoce la historia de cada objeto histórico que hay en los incontables salones de el viejo casco de estilo inglés construido en 1896, hace más de 120 años, por unos ingleses de apellido Hudson. Sus bisabuelos, los Amadeo y Videla, la compraron en 1905 y desde entonces pertenece a la familia. Anita comparte esta historia y la de cada uno de los objetos porque ella alguna vez las escuchó de sus mayores y las retuvo, consciente de que junto a cada anécdota estaba conservando un pequeño retazo de la historia de la Argentina.
No hay que se muy avispado para darse cuenta de que “Santa Ana”, que alguna vez tuvo 8.000 hectáreas y ahora conserva 1.000, es una estancia típica de las que se levantaron tras la campaña del desierto. Incluso hay ruinas de un fuerte en el lugar, de esos fuertes que un embrionario Ejercito Argentino levantaban para frenar los malones de los indios que se resistían al desalojo.
Mirá la entrevista que tuvimos con Anita Serigós:
La vieja estancia Santa Ana queda equidistante, a 45 kilómetros de Sierra de la Ventana, a 45 kilómetros de Coronél Suárez y a 45 kilómetros de Coronel Pringles. Anita y sus hermanos decidieron hace bastante tiempo compartir también estas historias con quienes decidan visitar este lugar y pasar algunos días en el campo, que alrededor del viejo casco se mantiene productivo, con cultivos extensivos y ganadería.
Hay de todo para hacer y para mirar, dentro y afuera del viejo edificio. La estancia Santa Ana se incluye en la propuesta del grupo de Cambio Rural Las Cortaderas, integrado por varios emprendimientos dedicados al turismo rural en esta región del sur bonaerense. En el caso de Santa Ana, se ofrece alojamiento, hospitalidad, comidas caseras, tranquilidad en un monto hermoso, cabalgatas, recorridas históricas culturales y religiosas, pileta, juegos y pesca en el arroyo para chicos.
Además de historias. Cientos de historias que Anita Serigos atesora y comparte con quien quiera escuchar.