La cosecha de uvas está en marcha y en el Valle de Uco, donde se producen la mejor versión mundial de la variedad Malbec.
Los productores de la zona que pudieron sobrevivir en estos años de crisis se las rebuscaron para sumar tecnología y así mejorar en cantidad y calidad. Es una forma de escapar de los problemas que presenta la macroeconomía y las ineficiencias de una cadena que no funciona, y donde los más poderosos le sacan el jugo al eslabón más débil, el agricultor.
Con esta nueva vendimia, una vez más se repiten los problemas comerciales cuyos impactos se agravan por una economía cada vez más deteriorada y cuya inflación se aceleraría este año a niveles por encima del 50%.
“Luchamos contra la macro y contra la posición dominante de la bodegas que nos imponen el precio”, dijo el productor y titular de la sociedad rural del Valle de Uco, Mario Leiva, en diálogo con Bichos de Campo.
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“Hoy sacamos en 80 quintales de la mejor uva Malbec del mundo, producimos bien, pero lo que no se producen son los precios, y hay que pelear todos los años para no perder plata”, dijo el dirigente.
“Con 8 mil kilos de uva, que es lo que da una hectárea, a 100 pesos el kilo si le sacas los gastos te quedan 150 mil pesos por hectárea. En una franja media de 8 a 10 hectáreas, que es lo que tienen los productores más chicos, se generan 1,5/2 millones de pesos por año y con eso hay que vivir y renovar la tecnología, como cambiar palos o alambres y pagar los costos de la próxima campaña”, hizo números Leiva.
“Ese productor Invirtió 60 mil dólares y se generó un sueldo de empleado bancario, no cierra la inversión ni el negocio”, sentenció.
Leiva dijo que el problema está en la cadena, y que las bodegas trasladan todos los problemas al productor pagando precios cada vez más bajos. “Eso no lo dicen en la fiesta de la vendimia ni en la Coviar. En los últimos 25 años de estudio de precios, el que más se repitió fue 82 centavos de dólar. Menos en los últimos 7 años que fue de 12 centavos de dólar. No hay producción que resista esa baja”, indicó el mendocino.
Según Leiva, “entonces hoy hay productores con viñas de 30 / 40 años que quieren vender pero no hay quien se las pague, y se las van a comprar las bodegas que tienen posición dominante”
Leiva dijo que los viñateros no solo cobran poco sino a plazos cada vez más largos. “Las grandes propagandas en los medios de las bodegas las pagamos nosotros. Si cobramos de 8 a 12 meses quién la paga, el productor es el que financia al bodeguero”.
Finalmente explicó que el proceso de concentración se explica en la cantidad y tenencia de productores. En la zona quedan 3 mil que fueron absorbiendo partes de las tierras que fueron dejando los que salieron del sistema. “Estamos en 3 mil productores, que antes en promedio tenían 8 hectáreas y ahora suman 25, eso habla de la concentración”.
Bien! Los que dan números de su economía son los que realmente están siendo explotados, en este caso por las bodegas.
A ver si las molineras largan un número que compruebe que “están en riesgo”. Cara duras…