La novela del transporte de carne bovina sigue sumando capítulos y voces a favor y en contra. Esta vez, quien se sumó a la discusión fue la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria, quien se mostró a favor de implementar el troceo, aquella medida que estipula un máximo de transporte y comercialización de cortes de carne de 32 kg y genera controversias.
La ANAV, emitió un comunicado explicando los fundamentos de su posición a favor de la implementación de la misma, basándose en la sanidad de la carne y la salud de los trabajadores que realizan dicho transporte, instando a las autoridades nacionales a bregar por un plan a largo plazo que no se interponga con la cadena de valor de la carne.
En dicha comunicación, la institución asegura: “El escenario ideal para cumplir con los trabajadores y dar garantías a los consumidores es la comercialización de cortes envasados, ya que de este modo es posible facilitar la descarga en carnicerías y asegurar la inocuidad del producto desde el frigorífico hasta la cocina de los consumidores”.
Desde la entidad recordaron que el 85% de la faena bovina del país se realiza en frigoríficos de tránsito nacional o exportación, con verificación del proceso por parte del SENASA. El otro 15% de la faena se realiza en frigoríficos provinciales o municipales, sin verificación del SENASA, y estos últimos no otorgarían garantías de inocuidad. Sobre esto, los profesionales afirman: “En Argentina el 10% de los casos de SUH en niños menores de 15 años estarían asociados al consumo de carne bovina, y en especial de carne picada. Sin embargo, no se esperaría ningún caso de SUH asociado al consumo de cortes envasados. Esta diferencia se debe a que el proceso hasta obtener un corte está garantizado por un plan de APPCC desde la faena hasta que el corte envasado llega al hogar de los consumidores”.
Sin embargo, las recomendaciones y aspectos técnicos en los que se basan desde la ANAV, versan sobre la necesidad de que la carne llegue a la mesa de los consumidores inocua y con calidad. Para eso es necesario que los frigoríficos, los transportistas, los carniceros y las autoridades de aplicación de la normativa vigente a nivel nacional, provincial y municipal (SENASA, provincias, municipios) den garantías de su cumplimiento.
Para ello, destacan algunos puntos a tener en cuenta:
- De acuerdo con el Decreto 4238/68, los frigoríficos deben implementar un plan de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC), buenas prácticas de higiene (BPH) y buenas prácticas de manufactura (BPM).
- En el transporte del frigorífico hacia la carnicería se debe respetar la cadena de frio. El Decreto 4238/68 establece que la temperatura del producto durante el transporte no debe superar los 7ºC. A su vez, en el Código Alimentario Argentino (CAA) se establece que en góndola la carne no debe superar los 5ºC.
- En Argentina, se reportó la contaminación del 18% de medias reses con bacterias patógenas durante el transporte
- Al realizar la descarga, la carne (materia prima) no debe contaminarse por roce con distintas superficies como el piso del camión, de la vereda, puertas, piso y/o las paredes de la carnicería. Ante una eventual contaminación se vería afectado el producto y se estaría incumpliendo con el CAA.
- Al realizar el desposte de la media res sin cumplir con las condiciones de refrigeración, BPM y BPH se vería afectado el producto y se estaría incumpliendo con el CAA.
- Trazabilidad desde el campo a la mesa. Lo que permite a las autoridades nacionales y provinciales verificar el cumplimiento de la normativa sanitaria en todo el proceso.
Para concluir, la Academia resalta que es necesario estimular la producción de alimentos de alta calidad con valor agregado para los argentinos y el mundo: “Asimismo, consideramos esencial el cumplimiento de requisitos de inocuidad que redundan en la consolidación de un solo estándar sanitario. Desde la ANAV reconocemos la complejidad del tema y confiamos en la capacidad de las autoridades nacionales y provinciales para establecer una planificación a largo plazo, tendiente a asegurar el bienestar laboral y garantizar la inocuidad de los productos cárnicos estimulando el desarrollo de la cadena de valor de la carne bovina”.
Si bien el enfoque es correcto debe ajustarse el valor de precio de la carne en el mercado interno ya que tiene incluido los impuestos a va venta (iVa. IIBB. Abasto, entre otros) y el margen del minorista que no tiene la de exportacion. No cambia el fondo de la cuestion pero achica la diferencia. Por otro lado el precio promedio de lo exportado esta ajustado a equivalente res con hueso y suma hueso de despostada y deberia tomarse como peso producto pata que sea comparable con el producto y los valores que de los precios al consumidor argentino. Muy buena la nota.ABRAZO