Faltan diez días para la finalización de 2022, pero los frigoríficos argentinos ya lograron cubrir la casi totalidad de la cuota arancelaria que permite el ingreso de 20.000 toneladas anuales de carne a los Estados Unidos. Al viernes pasado se habían enviado hacia allá 19.959,8 toneladas de carne vacuna enfriada y congelada, el 99,8% del cupo. Los ingresos obtenidos en este ejercicio ascendieron a 123,4 millones de dólares.
El dato sobre el cumplimiento del cupo americano es importante porque la Argentina recuperó el mercado estadounidense hace unos pocos años y los primeros ciclos comerciales no había logrado aprovechar el 100% de esta cuota arancelaria. La de Estados Unidos es una de las tras grandes cuotas de exportación de las que dispone la industria frigorífica, junto con la Cuota Hilton y la Cuota 481, ambas destinadas a Europa. Estos tres cupos están a salvo de los recortes impuestos a las exportaciones por el gobierno en 2021.
La mala noticia es que la industria argentina no logró mejorar, como se había propuesto el año pasado el gobierno, los bajos precios obtenidos por dicha corrientes de exportación, ya que el promedio se ubicó en 6.186 dólares por tonelada exportada, un valor semejante al que se había logrado el año anterior.
Esta mediocre performance tiene que ver conque dentro de las 20.000 toneladas que la Argentina puede vender a Estados Unidos el mayor porcentaje son cortes congelados de baja calidad, que se utilizan con fines industriales, y que cotizan apenas por encima de los 4.000 dólares por tonelada. Solo una fracción mínima del cupo es cubierta con cortes frescos de mayor valor (hasta 9.500 dólares por tonelada), destinados al circuito de consumo de alto valor adquisitivo.
En 2022, el Ministerio de Agricultura modificó la forma de distribución de este negocio de 120 millones de dólares al año al distribuir el cupo entre unos 40 frigoríficos y grupos de productores, como sucede con la Cuota Hilton. Eso modificó el criterio inicial fijado en 2018, eliminando el criterio de “primero que llega, primero que se sirve” que rigió hasta ahora.
El objetivo de esta modificación era justamente tratar de mejorar el negocio para el país: Desde 2018, luego de una negociación entre los ex presidentes Donald Trump y Mauricio Macri que puso fin a una prohibición de 17 años (la Argentina dejó de vender allá tras la crisis aftósica de 2001), Estados Unidos habilitó una cuota para que ingreses a aquel país hasta 20 mil toneladas de carne vacuna ya sea congelada o enfriada, siempre que sea sin hueso. La primera tiene mucho mejor valor y la segundo suele utilizarse para la industria. Pero en definitiva los promedios emparejan para abajo.