Como parte de un programa del Ministerio de Desarrollo Humano de San Juan llamado “Polok Nenu”, en la localidad de Caucete se levanta una cooperativa que lleva ese mismo nombre. En la lengua huarpe significa “trabajo para el buen vivir” y eso buscan: mejorar la matriz productiva de los pueblos originarios de la zona, para generar valor agregado y más mano de obra.
La particularidad de la Cooperativa Polok Nenu es que trabaja casi de forma exclusiva con la algarroba como materia prima. Tiene que ver no sólo con que esa especie nativa está a disposición en cantidad sino con un intento por respectar una filosofía milenaria.
“En términos de nuestra identidad y de nuestra cultura, el algarrobo es la nodriza del árbol más importante del territorio. Alrededor del algarrobo se empiezan a distribuir las demás especies. La elaboración de productos con su harina tiene que ver con darle valor agregado a ella y a todos los frutos y especies autóctonas del territorio”, explicó a Bichos de Campo Franco Gil, socio de la cooperativa y representante de las Comunidades Huarpes de San Juan en el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
Todas las iniciativas impulsadas por los miembros de la cooperativa tienen como común objetivo la sustentabilidad desde el punto de vista social, económico y ambiental.
En Polok Nenu se producen distintos productos a base de harina de algarroba, que resultan aptos para celíacos, y eso genera empleo para alrededor de 30 familias de comunidades huarpes de la zona. Gracias a los aportes del gobierno provincial, la cooperativa cuenta con un predio equipado con maquinas que les permite trabajar y producir en condiciones semi industriales.
Si bien tradicionalmente esta harina se empleaba para producir los panes de algarroba o patay, la cooperativa produce también alfajores, budines, bombones y variedad de otros panificados. Todo es comercializado a nivel regional y en forma directa.
La recolección de los frutos del algarrobo se hace a mano, entre los meses de enero y marzo. “No se lo cosecha, se lo recolecta. Cuando el fruto cae tiene la madurez suficiente, porque tienen un azúcar natural. Si no cae no tiene la concentración justa”, indicó el sanjuanino.
Se realiza siempre a campo natural. Si bien hay titularidad de los campos, los mismos permanecen abiertos y su tenencia está por lo general en manos de las comunidades locales. Todo lo recolectado es guardado en bolsas de arpillera para luego poder pesarlo y pagarle a las familias.
“Un detalle importante es que siempre que recolectamos dejamos entre un 25% y 30% en el suelo, no se recolecta todo. Eso sirve de alimento para los animales y la tierra porque es un fertilizante natural. Es una reforestación natural lo que se genera. Buscamos recuperar el bosque nativo como objetivo de fondo y a largo plazo”, detalló Gil.
Los frutos son almacenados en silos aéreos junto a la hierba atamisqui o “mata gusanos”, que inhibe el crecimiento de gorgojos, polillas y hormigas. Previo a la molienda son lavados y secados al sol. La harina obtenida es refinada en algunos casos, para preparaciones específicas, y luego se congela por diez días para evitar plagas y prologar su conservación.
En la cooperativa no se usan químicos o aditivos para almacenar la harina, por lo que todos sus productos son 100% orgánicos.
Dado que los proyectos se encuentran interconectados, Polok Nenu recibe también leche de cabra, proveniente del tambo caprino ubicado en la localidad de Bermejo, que también funciona bajo la órbita de este programa provincial. Con ella se produce dulce de leche que servirá para el relleno de todos los alfajores.
La fabrica cuenta con un sector aislado que trabaja con harina común, comprada a proveedores de la zona, con la que se fabrican otros productos no aptos para celíacos.
“Ahora estamos teniendo con un instituto de formación superior y estamos a punto de formar un convenio para que se pueda hacer las prácticas en las instalaciones, y a través de los profesionales se pueda brindar asistencia técnica”, afirmó Gil.
Esto se suma a las capacitaciones que los socios de las cooperativas, integrantes de las distintas comunidades huarpes de San Juan, han realizado junto al INTA y a través de la misma gobernación.