La leche de Argentina es bastante parecida a la de Uruguay, a la de España o a la de Nueva Zelandia: aunque puedan variar las dietas, las vacas son todas más o menos parecidas.
Sin embargo, por el impacto de las políticas en cada uno de los países lecheros, los tamberos de la Argentina suelen cobrar por el producto bastante menos de lo cobran sus pares de otros lugares del mundo. El precio en la divisa estadounidense con que cerró 2020, y que sirve para hacer la comparación, quedó en 0,258 dólares por litro. Eso en dólares oficiales.
En pesos, que es la moneda en la que cobran los productores realmente por su producto, el valor promedio de la leche en la Argentina cerró el año en 21,36 pesos por litro. Según el panel Siglea, que recoge los datos de los pagos de 348 empresas, hubo una fuerte recomposición de los valores en diciembre pasado, de 4,9%, la más alta de todo el año. Pero aún así los valores se quedaron respecto de la inflación general de la economía.
Con el 5% de diciembre, los tambos completaron el año con una suba de sus ingresos en pesos del 27%, cuando se estima que el promedio de los precios de la economía subieron en torno a 35%. Pero en dólares la leche cerró 2020 en los mencionados 258 centavos de dólar, lo que implicó una caída del 8% -en moneda fuerte- respecto de diciembre de 2019.
Pero esa caída del valor de la leche en dólares es todavía mucho peor si se compara contra el valor del dólar del mercado libre, cuya cotización es bastante mayor. El CCL (contado con liquidación), por ejemplo, cotizaba a 145 pesos por dólar. En este caso, el valor local de la leche al productor sería de solo 0,147 dólares por litro.
Esa cifra es la mitad de lo que se considera el valor histórico adecuado para producir leche en el país de modo más o menos rentable. Ese valor deseado su ubica en torno a los 30 centavos de dólar
Así se confirma que en la Argentina los productores cobran el precio más bajo del mundo, al menos entre los principales países productores. En Uruguay, los valores sí se acercan a esa suma deseada de 0,30 dólares. En Brasil, Europa o los Estados Unidos, los precios primarios de la leche están más cerca de los 40 centavos. Este es el gráfico comparativo que elaboró el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA) en base a los valores de noviembre pasado.
Lo curioso es que en este país pagarle mal al productor no significa cobrarle menos a los consumidores. Es un clásico de la lechería: la enorme brecha entre el primer valor y lo que se paga al final de la cadena.
En este momento, sin embargo, el precio de la leche al consumidor local está bastante contenido y es una queja constante de la industria láctea este bozal, que se sostiene porque hay muchos lácteos dentro del programa de precios máximos instalado por la Secretaría de Comercio Interior. En especial, el sachet de leche.
Según el consultor Marcos Snyder, en este momento la leche fluida en la Argentina ronda los 0,76 dólares por litro (a valor oficial). No es uno de los valores más bajos del planeta, pero también está muy lejos de ser el más caro.
En su cuenta Dairylando, Snyder incluyó a propósito en la comparación el valor de la leche en Alemania, ya que hace pocos días el presidente Alberto Fernández se preguntó por qué los argentinos debían pagar la carne tan cara como los alemanes. Luego se confirmó que aquí la carne era mucho más barata que allá. Y lo mismo sucede con la leche.
En dólares, la leche al consumidor hoy solo estaría más barata en Brasil y en Colombia que en la Argentina, eso en el plano regional. En Chile llega a valer mucho más, pero al productor del otro lado de la cordillera también se le pagan bastante más que a los sufridos tamberos locales.
En una comparación más amplia, los precios de la leche en la Argentina no solo son bajos para los productores. También los son para los consumidores, aunque luego cueste pagarlos. Es que los 76 centavos de dólar a que cotiza aquí el litro de leche fluida, trepan a 83 centavos en Rusia, a 97 centavos en España, a 1,03 dólares en Alemania, a 1,41 dólares en Italia y a más de 2 dólares por litro en China.