El gobierno de Alberto Fernández implementó cupos para la compra de dólares para ahorro. Para la exportación de carne bovina y cereales. Para el acceso de divisas destinadas a importaciones. Y ahora, finalmente, llegaron los cupos de facto para cargar gasoil.
En toda la extensión del territorio, ante el desabastecimiento de gasoil, las estaciones de servicio vienen implementando en las últimas semanas cupo de venta de gasoil, los cuales oscilan entre 50 y 200 litros por vehículo, dependiendo de la disponibilidad del combustible y la demanda presente en el lugar.
Así es como el nuevo pasatiempo de conductores particulares y transportistas es calcular cuánto aguantan con lo que llevan en el tanque de combustible hasta la próxima estación de servicio, donde –rezos de por medio– esperan encontrar una fila de vehículos moderada y un cupo lo más amplio posible.
Cada día que pasa el problema se agrava porque, sencillamente, se necesita más y más gasoil para atender la demanda de cosechadoras y camiones encargados de recolectar y transportar la cosecha de granos gruesos, que es actualmente la principal fuente de divisas de la economía argentina.
El nerviosismo frente a ese problema crítico ya promovió escenas de pugilismo en varias estaciones de servicio, dado que no todos los conductores y transportistas están dispuestos a aceptar las nuevas reglas de juego.
La cuenta de Twitter del secretario de Energía, el neuquino Darío Martínez, está colmada de publicaciones sobre Malvinas, energías renovables y el partido justicialista en su provincia natal. Pero no hizo una sola declaración sobre el desabastecimiento de gasoil. Quizás considera que es un tema poco relevante.
👉🏻 Hoy visitamos📍Luracatao en Salta y lanzamos el PERMER, que lindo recorrer el país y encontrarme con los argentinos y argentinas 🇦🇷☀️.
✅ Seguimos construyendo un país más federal, con igualdad de oportunidades y más energía para todos y todas. pic.twitter.com/kOTWaUYkLM
— Darío Martínez (@dariomartinezpj) March 31, 2022
Integrantes de la cadena agroindustrial solicitaron al gobierno que, de manera urgente, derive al mercado interno biodiésel –fabricado 100% en el país– para aliviar la situación, pero por el momento no recibieron respuesta alguna. Tal vez suceda cuando se levanten de la siesta.
Tal como sucede en Cuba, donde el racionamiento de recursos es la norma general y la población debe tener una paciencia supra humana hasta lograr obtener su porción, en la Argentina los ciudadanos están aprendiendo, poco a poco, a adoptar las mismas prácticas.