Mariano Longoni es ingeniero agrónomo y trabaja en un gran establecimiento lechero llamado La Cabañita, que está ubicado en Hipatia, dentro del departamento santafesino Las Colonias. Ya contamos esta semana como se implementó allí una guachera robotizada. Pero Mariano nos contó sobre una segunda gran innovación que están llevando a cabo en esa empresa: la mudanza de sus planteles de casi mil vacas lecheras desde la tradicional raza Holando Argentina a una “triple cruza” entre esa raza y las Jersey y las Montbéliarde.
Por eso cada tanto aparece una vaca amarronada en medio de los tradicionales blanco y negro de las Holando.
La Cabañita tiene dos tambos en permanente funcionamiento y provee de unos 20 mil litros diarios de leche a la fábrica láctea San Ignacio, que está contigua.
Longoni, en diálogo con Bichos de Campo, contó que la decisión de ir modificando la raza del plantel de vacas lecheras vino a raíz de la gran inundación que sufrió esa cuenca lechera en 2016. “Tuvimos un abril muy terrible donde llovió durante 25 días. Muchos tambos debieron tirar la leche e incluso la agricultura sufrió ya que se cosecharon granos de mala calidad que fueron destinados a consumo animal”, relata. Mariano, que es hijo de un productor lechero de la zona, recordó que del tambo familiar tuvieron que sacar la leche con una larga manguera, porque era imposible ingresar al predio.
“Ese año fue un click para nosotros porque tuvimos que hacer un gran descarte. En nuestro caso la raza predominante era Holando en un 100% y ese año decidimos comprar 150 vaquillonas de Triple Cruza: Holando, Jersey y Montbéliarde”, agrega Longoni.
Mirá la entrevista a Mariano Longoni:
La Holando-Argentino es la raza lechera más difundida, principalmente en Argentina y Uruguay. Deriva de la raza Holstein, también conocida como vaca frisona, originaria de Alemania y los Países Bajos. El Montbéliarde es una raza de ganado lechero de varios colores del área de Montbéliard, en el este de Francia y se utiliza particularmente para la fabricación de queso. La Jersey, finalmente, es una raza británica de pelaje marrón claro, muy famosa por su alto contenido graso de leche y por la docilidad de sus vacas.
En La Cabañita tienen todos los datos productivos meticulosamente medido: desde la producción, la superficie que consumen de pasto y cuánto consumen de silaje de maíz, soja o trigo. Pero lo que hicieron durante los últimos tres años fue algo más que interesante: con esas vaquillonas Triple Cruza decidieron armar un rodeo aparte para comenzar a evaluar varios parámetros y compararlos con los convencionales, siempre teniendo a las Holando como raza testigo. Fue como hacer un trabajo semejante al que harían los técnicos del INTA pero en campo propio y por ellos mismos.
“Al ser un campo grande nos permitió avanzar. Y además los dueños de la empresa estaban interesados (en esta medición) debido a que tenían que tomar una decisión importante. A partir de eso surgieron datos interesantes tales como la composición de la leche”, cuenta el asesor de La Cabañita. Así, por ejemplo, descubrieron que desde el punto de vista de sólidos, la calidad de la leche obtenida en la Triple Cruza era mejor que utilizando sólo Holando. Este rasgo estaría explicado, en parte, por la incorporación de las vacas Jersey.
“Esto nos da un mejor rendimiento para cuando tenemos que negociar la leche en el mercado, sobre todo teniendo en cuenta que un 88% de la leche es agua y el resto son sólidos”, resalta Longoni.
El otro hallazgo obtenido de ese trabajo comparativo es que pudieron aumentar la carga animal. “Con una vaca Holando no pasábamos a más de 2 vacas por hectárea y con la Triple Cruza logramos de 2,5 a 2,6 vacas por hectárea. De modo que mejoramos la productividad a campo, que fue de 17 mil litros por hectárea con la Triple Cruza contra 14 mil litros que nos daban las Holando”, describe.
En cuanto a la raza Montbéliarde, la incorporación de la misma le dio más rusticidad a los planteles, un rasgo que les faltaba a las otras dos razas, según el asesor.
El sistema de alimentación que desarrolla La Cabañita es de base pastoril con racionamiento de silaje y grano en comedero, lo que les permite ser flexibles ante una coyuntura de altos precios internacionales de los granos. En esos casos puedan achicar el consumo de raciones y alimentarlas más a pasto obteniendo una leche más barata. “Cuando se complica el precio de la leche con respecto al de los granos podemos abaratar la dieta para irnos a pasto; en eso la Triple Cruza es muy apta”, remarca el agrónomo.
Por esa razón es que en La Cabañita decidieron que todas las inseminaciones de este año se hagan bajo el signo de la Triple Cruza, para lo cual el entrecruzamiento alternado de dos razas, conocido también como criss-cross, es fundamental. Y así, a medida que encaran la etapa reproductiva van incorporando paulatinamente los rasgos de las otras razas que componen la Triple Cruza.
En el tambo estipulan que el proceso para convertir el plantel al 100% con la Triple Cruza puede llevarles de 3 a 4 años. “Los números los tenemos bien finos porque la experiencia la hicimos nosotros mismos e incluso nos han consultado de instituciones académicas para conocer este ensayo”, contó Longoni.
de a poco van a ir bajando la productividad por vaca. cada dia produciran menos leche y terminaran cerrando. son esas cruzas exoticas se pegaron un tiro en el pie. la Jersey y las montbeliardes no dan nada de leche y ademas el cruzamiento no combina.