Por Matías Longoni.-
La Subsecretaría de Control Comercial Agropecuario (Succa) decidió pisar la pelota y no pasarla por seis meses: no habilitará nuevos lugares para la faena de bovinos, cualquiera sea su tamaño, hasta fines de 2017.
En marzo pasado, la Succa puso en marcha junto con la Afip y Arba un nuevo sistema para autorizar la faena, a la vez que se flexibilizaron las condiciones para registrar a los operadores del mercado de ganados y carnes en el Registro Único de Operadores Agroalimentarios (Ruca). Pasaron tres meses y los niveles de blanqueo de la actividad sorprendieron a los más entusiastas, pues más de un millar de operadores nuevos (o viejos, pero ahora visibles) aceptaron las nuevas reglas de juego. Luego de este éxito llegó la hora de bloquear a quienes intentan seguir faenando por fuera de estas reglas. Es lo que está intentando el equipo liderado por Marcelo Rossi con esta nueva resolución.
Se trata de la Disposición 4-E/2017 que se publica este lunes en el Boletín Oficial. Es muy breve. Solo dispone que se suspende “por el plazo de CIENTO OCHENTA (180) días corridos la recepción y tramitación de solicitudes de inscripción para operar en el carácter de Matadero Frigorífico, Matadero Rural y Matadero Municipal de la especie bovina en el Ruca”.
En otras palabras, no se habilitarán nuevos lugares para la faena de bovinos hasta por los menos el 3 de enero de 2018. El argumento para hacerlo, según explicó la Succa, es que son muy buenos los resultados que se están logrando con la nueva modalidad de comercialización adoptada, en especial “en lo que hace al blanqueo de la operatoria de matarifes abastecedores y usuarios de faena, cuya inscripción ha aumentado en más de un 100 %”. Y que, en este contexto, se necesita “”efectuar una revisión integral del actual padrón de las actividades de Matadero Frigorífico, Matadero Rural y Matadero Municipal”.
En criollo, lo que quieren hacer las autoridades es evitar que la política meta la cola en este proceso, y que en los próximos meses los operadores que no se acogieron al nuevo sistema puedan seguir faenando desde la oscuridad gracias a los favores de intendentes o funcionarios que -con el argumento falaz de generar fuentes de trabajo- cedan a la tentación de habilitar nuevos mataderos o cooperativas de trabajo.
La faena no corre peligro, pues la Argentina cuenta con una capacidad para matar 21 millones de bovinos al año, un 80% más de lo que realmente se faena. Lo que se busca entonces es cerrar las vías de escapatoria a los matarifes que no se adapten a las nuevas reglas. Algo parecido se hizo ya al congelar la figura de los consignatarios directos en el Ruca, como ahora se hace con los mataderos.