De manera sorpresiva, o quizás no tanto, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) publicó este jueves un comunicado en el que cargó tintas contra el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), por un informe de comienzos de este año en el que se detallaron las estimaciones productivas para el 2025.
“OCLA proyecta un aumento del 6% en la producción de leche para 2025. Ese dato, que a priori podría hasta mostrarse como positivo, maquilla la realidad del sector y hasta puede confundir a un lector desprevenido”, sentenciaron desde la entidad gremial, advirtiendo luego que detrás de aquella cifra podría haber una “maniobra en perjuicio del productor”.
Obviamente lo que preocupa a los ruralistas es que esta visión optimista pueda ser utilizada para deprimir los precios pagados por la leche cruda. Ese valor lo suele fijar la industria sin la existencia de un mercado de referencia. El tambero lo cobra recién al mes siguiente de haber entregado su leche.
El informe del OCLA cuestionado recupera las estadísticas salientes del período 2024 -que cerró con un 6.5% menos de producción que en 2023, siendo una de las principales causas los resabios de la sequía-, y detalla los resultados de un sondeo realizado con datos aportados por industria del sector, respecto de la producción esperada para este año.
“Esta estimación surge de la información aportada por 15 industrias lácteas que reciben y procesan alrededor del 49% de la leche de Argentina, sin ninguna otra intervención de OCLA sobre dichos números y arrojó una suba del 5,72% anual, alcanzando la producción estimada para 2025 un volumen de 11.190,2 millones de litros de leche”, detalla la publicación del Observatorio.
Y añade: “Esta estimación sólo trata de brindar una perspectiva para el año 2025, sobre la base de los datos disponibles al momento de efectuarla. Las condiciones de alta volatilidad e incertidumbre que seguramente caracterizarán el año que recién iniciamos, pueden generar importantes diferencias respecto a los números proyectados, que iremos evaluando en la medida que ocurran”.
Entre los factores que podrían afectar ese crecimiento esperado, el organismo citó “la reducción de los derechos de exportación en soja y otros granos, que incrementarían los costos de alimentación y el valor de los arrendamientos rurales; la reducción en el número de vacas; el cese de unidades productivas; la continuidad en el crecimiento de la marginalidad; y el retraso cambiario o pérdida de competitividad de nuestras exportaciones”.
Desde CRA señalaron, en primera instancia, que los datos objetivos hacen difícil pensar en repunte como el mencionado, teniendo en cuenta que “el número de tambos en el país se redujo de 10.157 en 2023 a 9.735 en 2024, lo que implica el cierre de 422 establecimientos”, y que “, la cantidad de vacas lecheras cayó de 1.588.902 a 1.486.248 en el mismo período”.
Por otro lado, alertaron que la proyección “podría ser utilizada para perjudicar el precio que reciben los tamberos”.
Norberto Ferrari, coordinador de la Comisión de Lechería de esa entidad, explicó a Bichos de Campo: “Como productores sabemos muy bien que cada vez que hay estimaciones donde se empieza a decir que va a crecer la producción, la industria lo primero que hace es empezar a bajarnos el precio a los productores. Esta es una de las primeras herramientas que tienen para no aumentarnos y manejarnos el precio”.
“Sin lugar a dudas, el contexto y el largo vía crucis que viene atravesando el productor tambero no muestra fundamento alguno para proyectar un aumento en la producción de leche en 2025. De hecho, la tendencia marca una pérdida sostenida de rodeo, una reducción en la cantidad de establecimientos lecheros -producto del abandono de la actividad de centenares de productores año a año- y una concentración en la titularidad de los tambos. No avalamos proyecciones optimistas sin sustento”, afirmaron desde CRA.
¿Pero es cierto que la producción no puede crecer con menos vacas? Bichos de Campo traslado esa consulta al OCLA, desde donde explicaron que las estadísticas publicadas mostraban que la mayor caída se dio en los establecimientos chicos, mientras que los grandes no sufrieron pérdidas.
“Del 6.5% de caída promedio que registramos, los tambos chiquitos cayeron el 11%, los tambos medianos el 7% y los tambos grandes el 0%. O sea que a pesar de la seca, de los calores, de todas las cuestiones, los tambos grandes que sostienen la producción se modificaron en cero”, señalaron desde el observatorio.
“Pero eso no ocurrió solo aquí. Si lees los mismos informes de Estados Unidos, Nueva Zelanda, y de muchos países europeos, la caída fue de un 5% para la cantidad de unidades productivas de tambos, y de 1% para la cantidad de vacas. Y aún así subió la producción 1%, 2%, 3%. Suben las producciones individuales, eso acá se sabe. Nosotros estamos ordeñando una vaca con un potencial de 40 litros y le sacamos 23 de promedio, todavía quedan 17 para sacarle. Entonces los tambos grandes sostienen la cantidad de vacas y le sacan cada vez más leche”, comentaron en esta línea, y remarcaron que hacer comparaciones entre enero de 2024 y enero de 2025 no es correcto en función de las condiciones climáticas de cada caso.
A continuación, desde OCLA puntualizaron en la cuestión del precio, que para ellos en este caso corre por un carril distinto al de la producción.
Buscan mejorar el sistema de avales para que más tambos puedan acceder a los créditos a valor leche
“Una tonelada de leche en polvo cuesta 4.200 dólares hacerla y vale 4.200 dólares el mercado, entonces nadie exporta porque el tipo de cambio está retrasado. Por otro lado, el mercado externo, que había caído estrepitosamente, se recuperó pero no del todo, con lo cual el precio no va a subir”, sostuvieron.
“Hoy no está el problema del precio en pesos sino en dólares. Es decir, no sos competitivo para exportar con un dólar de 42 centavos, con una leche de 42 centavos de dólar. La industria necesita una leche de 38 centavos o 39 a lo sumo. Hoy tenemos precios internacionales espectaculares que no los podemos aprovechar porque tenemos un dólar retrasado 20% o 30%”, finalizaron las fuentes del Observatorio.