Parece todo un gran deja vu. Primero recrean los ROE y ponen al mando de la ex ONCCA a gente de pocos escrúpulos: en aquel momento fue Ricardo Echegaray y hoy se llama Luciano Zarich.
Luego se prohíben todos los embarques de carne durante cierto lapso de tiempo: aquella vez de 2006 fue Néstor Kirchner y hoy es Alberto Fernández quien toma esa decisión.
Más tarde se establece una negociación con los frigoríficos exportadores del Consorcio ABC , para rehabilitar los embarques bajo un sistema de cupos: La resolución se dictó hoy y el 54% de esos volúmenes administrados quedan en manos de 10 empresas.
Pero faltaba un condimento, para repetir por completo la historia…
Esta tarde, en una reunión virtual convocada por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, para explicar a los operadores del negocio de la exportación de carne cómo quedarían las cosas, el secretario de la Federación Gremial de la Carne, Alberto “Beto” Fantini, golpeó la mesa “virtual” denunciando que el gobierno está deteniendo entre 5.000 y 7.000 toneladas de carne que ya tenía su respectivo permiso de exportación y estaba por subir al buque carguero que todos los viernes pasa por Buenos Aires.
Eso nos faltaba. La “Gran Guillermo Moreno”. Que alguien muy poco comedido diera la orden de que se bajara la carne de los barcos. Esto fue lo que sucedió en 2008, cuando el ex secretario de Comercio de Néstor y Cristina hizo la señal de que había que “cortarle el cuello” a quien se pusiera enfrente de la orden presidencial de cerrar por completo las exportaciones. Fue durante un acto kirchnerista en la Plaza de Mayo. Comenzaba a calentarse el aire en el conflicto con el campo por la Resolución 125.
El que lo recriminaba a Moreno en aquel momento era Martín Lousteau, ex ministro de Economía, quien esa misma tarde había recibido los reproches de los frigoríficos porque alguien del gobierno había dado la orden de bajar los contenedores cargados de carne que ya habían sido habilitados y estaban cargados en los barcos. El Lousteau de entonces nos recuerda al Kulfas de ahora, que pone la cara frente al sector aunque entienda poco del negocio específico, tratando de actuar con algo de racionalidad cuando son otros los que dan las órdenes y redactan las resoluciones.
Es lo que sucedió en las últimas horas, según denunció Fantini (preocupado por las fuentes de trabajo en los frigoríficos exportadores) y confirmaron a Bichos de Campo fuentes de la industria frigorífica exportadora. “Están mandando para atrás contenedores que ya estaban en el puerto para cargar, con todos los papeles aduaneros en regla”, describió una fuente, que sin embargo no pudo confirmar los elevados volúmenes establecidos por el sindicalista.
Como en aquella ocasión de 2008, nadie se hacía cargo de haber dado la orden y mucho menos había un comunicado de prensa.
El rechazo de los contenedores era la política aplicada por la Aduana desde que el miércoles temprano se conoció el decreto 408/2021, que estableció la creación de un nuevo sistema de cupos para la exportación de carne que apunta a reducir a la mitad, al menos hasta fin de agosto, los envíos de 2020.
Y eso a pesar de que el artículo 4° de ese decreto firmado por Alberto y los ministros Kulfas y Luis Basterra decía clarito que las medidas restrictivas que allí de decidían “alcanzan a toda la mercadería que, a la fecha de entrada en vigencia del presente decreto, no se encontrare cargada en un medio de transporte que hubiere partido con destino al extranjero”. La interpretación de esa letra puede llegar a ser fatal: si no estaban ya navegando los océanos, jodete.
Los frigoríficos, con estos envíos, trataban de regularizar en parte la situación de incumplimiento con sus clientes en el exterior antes de la entrada en vigencia de los cupos por empresa, que fueron oficializados este viernes por una resolución conjunta de los ministerios de Agricultura y Producción. La redacción de esa normativa, según pudo saber este medio, corrió por cuenta del vicepresidente del Senasa, el santacruceño Carlos Milicevic (quien en 2008 también ocupaba un alto cargo en el gobierno de Cristina), y el flamante titular de la ex ONCCA. En rigor, Kulfas le pidió a Luciano Zarich que se ocupara esta tarde de explicar a los actores de la carne cómo funcionaría el nuevo sistema de cupos.
Fue en esa reunión que estalló la bronca de Fantini y se conoció el regreso de “la Gran Moreno”. Era lo único que nos faltaba. Si todo sigue como fue entonces, ahora lo que viene son largos años de comercio administrado mediante los ROE, de modo siempre sospechoso.
Los contenedores modelo 2021 no solo fueron demorados en el puerto. Según las fuentes, algunos fueron enviados de vuelta al mercado interno cuando la Aduana confirmaba que llevaban alguno de los siete cortes vacunos prohibidos por el nuevo decreto: asado, tapa de asado, vacío, matambre, cuadrada, paleta y falda. Eso sucedió en muchos de los casos.
Los nuevos Morenos del gobierno, al parecer, se enardecieron cuando conocieron los últimos datos del INDEC, que daban cuenta que a pesar del cierre total de las exportaciones de carne decidio por Alberto a partir del 20 de mayo pasado, el volumen de carne embarcado el mes pasad había sido incluso superior al del mes de abril. En efecto, en mayo las exportaciones de carne bovinas fueron de 55 mil toneladas peso producto, un 10% más que el mes anterior, aunque casi 7% menos que en mayo de 2020.
La verdadera artífice de todo esto se llama Diana Guillén que en conjunto con Luis Basterra debieran estar jubilados del INTA y SENASA porque se mantienen como Milicevic para seguir currando. Cuando hablas de Él y sus acciones de esos años manejaban el SENASA con Paz. Milicevic exportaba ovinos por Puertos Patagónicos desde su planta de faena y le debía a la Ley Ovina 10.000.000 un presupuesto anual completo que no pagaba. Pero además era funcionario del Estado algo incompatible con los deberes de funcionario público que muchos se pasan por las b….s
No vendan más consumo toda carne dura novillo pesado que coman duro
Estos personajes, grandes evasores como.los del mercado de la carne, pretenden que los Argentinos coman polenta y se priven de comer lo que históricamente comieron como rs la poca carne que podemos consumir por los altísimos precios que pagamos, vino en neuquen y cualquier carne ronda los 1000 pesos por kilo, el asado von hueso no menos de 1400 pesos por kilo, gracias a la barrera que impusieron todos los gobiernos al ingreso de carne con hueso. Debería recrearse la junta de carnes y der manejada por una empresa estatal. Manga de delincuentes junto con lid agro exportadores y los miserables de la mesa de enlace
Me encanta muchos de esto los votaron y cuando el ex presidente les saco las retenciones no lo ayudaron.
Ahora q comerla….
Qué terrible que es el comunismo!!! Por un lado el abuso sobre las libertades individuales y por otro la ignorancia que les hace tomar decisiones que lo único que producen es daño a la economía y por lo tanto a toda la sociedad.
Cuándo se termina esto? Cuando se enterarán los sufragantes argentos que este no esl camino?