Por primera vez en varios meses, en julio pasado la faena de hembras dejó de crecer, pero sólo en términos porcentuales ya que creció la faena de machos de la especie bovina. En los últimos meses, la participación de las hembras había llegado al 52% del total, pero el mes pasado su participación en la oferta ganadera se redujo a 48,8% de todo lo que procesaron los frigoríficos.
Pese a esta caída, se trata de un porcentaje todavía alto. Además hay que tener en cuenta que en julio se faenaron 144 mil hembras más que en igual mes del año pasado, y que el total llegó a 618.000.
¿Por qué cae la participación de hembras si aumenta en términos nominales? Básicamente porque hay más machos que se enviaron a los frigoríficos, lo cual es una buena noticia. Respecto de julio del año pasado, el volumen es similar, pero si se compara la oferta con la que hubo el mes pasado, se cae en la cuenta de que este mes se incrementó la oferta en 117.000 cabezas entre novillos, novillitos, toros y MEJ (machos enteros jóvenes). Esa mayor oferta de machos tiene que ver, según sostienen algunos analistas, con la aparición en el mercado de ganado que estuvo en planteos de recría.
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En definitiva, hay motivos para ponerse contentos, pero también para mantenerse en alerta. Por un lado baja la participación porcentual de hembras, pero su oferta nominal sigue siendo alta. En eso tiene que ver la financiación, que continúa y -por lo menos en el corto plazo- seguirá siendo cara. La situación obliga a los criadores a echar mano de recursos propios y aprovechar la demanda de China que se traduce en precio de la vaca, que ronda los 55/60 pesos por kilo vivo, y que por animal implica un ingreso de 27.000 a 30.000 pesos. La misma cantidad de dinero es la que se destina a reposición de vientres.
Por el lado de los novillos, que aparezca hacienda recriada es algo positivo, porque ayudará a terminar animales con más peso. Hay que tener en cuenta que eso es consecuencia de la mejor oferta forrajera que hubo este año gracias al buen clima (es decir, es un recurso que podría no estar otras temporadas). Al mismo tiempo se debe a la necesidad que tiene el productor de recriar y sumar kilos “baratos” a la hacienda para compensar las pérdidas que deja el engorde, cuyo precios pagados por los frigoríficos no alcanzan para compensar la suba de costos.
Un informe de CICCRA, una de las cámaras del sector, indicó en base a las mismas cifras oficiales que en juli finalmente se faenaron 1,267 millones de cabezas de hacienda vacuna, es decir 12,2% más que en julio de 2018. Esto permitió que la producción de carne vacuna llegara a 282 mil toneladas res con hueso, un 7,8% más que en igual mes de 2018. De todos modos, en el acumulado enero-julio de 2019 la producción de carne vacuna totalizó 1,73 millones toneladas, y todavía resulta 2% inferior a la de los primeros siete meses del año anterior.
Esta mejoría en la oferta de carne vacuna al mercado permitió atender lso dos frentes del negocio. Por un lado las mayores exportaciones, que crecieron en el primer semestre más del 60% en volumen. Pero especialmente el consumo doméstico, que volvió a recuperarse después de los magros niveles de principios de 2019 y se ubicó en julio pasado en 52,8 kilos por año y por habitante,