En junio se profundizó la crisis del sector porcino. Diferentes referentes de la actividad resaltaron en las últimas semanas las pérdidas económicas que sufre el sector. Por diversas razones, se pierde dinero produciendo carne porcina en la Argentina.
Entre esos testimonios Bichos de Campo publicó al titular de la Federación Porcina, Daniel Fenoglio. Desde esa entidad se estimó que en los últimos cuatro meses las pérdidas sumaban 25.000 millones de pesos para el conjunto del sector.
“En junio se marcó una caída más fuerte en los resultados de la producción de cerdos, que si bien mantuvo valores similares a los del mes anterior, subieron los costos, generando un margen bruto negativo para todos, sin importar el tamaño de la explotación”.
Esta situación impacto a todos los productores aunque en diferente medida: “Obviamente se remarcó la salida de productores de la actividad, no solo pequeños, sino varios medianos y en algunos casos algunos grandes que decidieron frenar los servicios (error que se pagará dentro de 9 meses)”, afirmó ahora el consultor especializado Juan Uccelli, en su informe mensual sobre la evolución del sector porcino.
Desde febrero que se viene derrumbando el resultado económico de esta producción. Según sus estimaciones, en mayo y junio el margen bruto fue negativo en 5%.
En los últimos 12 meses, indicó Ucceli, el capón aumentó 160%, el jamón 167% y el pechito de cerdo 208%, cuando productos como la soja y el maíz subieron 235% y 215%.
Ese desfasaje indica que el gran perdedor fue el productor, al que no se le traslado la suba de precios que pagó el consumidor y que tuvo que afrontar fuertes subas de costos a pesar de contar con valores de los granos “subsidiados” por el descuento que implica el pago de retenciones para la exportación de esos productos. La soja tributa 33% y el maíz 12%.
Otro cuestión que afectó fuertemente a la actividad es la mayor faena y de animales más pesados, lo que agregó oferta en un mercado interno castigado por la crisis económica. La falta de dinero en la calle le pone límites a la suba de la carne vacuna y por consecuencia también a la porcina.
Según el consultor, “hubo un aumento de la faena de cabezas (de todo tipo que se vea, blanco y negro), al cual presionó con cantidad y aumentó también del peso de la faena. Hay mayor oferta de carne de cerdo en el mercado local, ante una carne vacuna que viene en baja de consumo”.
En este contexto, “el crecimiento que manejamos desde la consultora es de 3,1% en la primera parte del año, dato interesante que se estima un consumo per cápita de 22 kilos por habitante y año”.
A pesar de esto, Uccelli se mostró optimista respecto de la evolución del sector en la segunda parte del año. “Cerramos un semestre malo, similar al que pasamos en el 2020 por la pandemia, con resultados negativos de rentabilidad, y empezamos un nuevo semestre con muchas esperanzas y bastantes certezas para que sea mejor de lo que pasamos y que podamos lograr un resultado anual favorable”, se ilusionó.
Luego acotó que “están dadas todas las condiciones, en especial que con un dólar atrasado, no estamos caros, todo lo contrario, muy baratos y esto pocas veces pasó”.
Además consideró que la carne de cerdos consolidó su espacio en la dieta de los argentinos: “El consumo de carne de cerdo está encontrando una base de sustentación cada vez más amplia, solo habría que recomponer los valores que permitan a cada eslabón de la cadena ser rentables, respetando siempre la diferencia con los precios de la carne vacuna al mostrador”.
Falta propaganda, me parece insolito que con los valores que hoy esta el cerdo, no se unan y hagan mucha propaganda en todos los medios, se puede reemplazar muchos cortes de carne vacuna, y la idea no es reemplazar, sino que se agregue a la vida cotidiana.