Si hay una prenda de vestir que se volvió insignia de la clase alta del agro argentino, sin dudas es el tapado o sobretodo de Loden. Este pesado abrigo, que podía variar entre tonos negros, grises, verdes y azules, y que llegaba a tapar las rodillas de quienes los portaban, era símbolo de estatus social al importarse –a precios muy elevados- únicamente desde Austria.
Durante las tradicionales aperturas de la Exposición Ganadera de Palermo y a lo largo de toda esa tradicional muestra, que comenzará este martes su edición 2025 con la llegada de los primeros reproductores bovinos, las familias de alta alcurnia los sacaban a relucir en las tribunas de la pista central de ese predio, en el corazón de la capital porteña.
Quizás como síntoma de que la añosa “oligarquía vacuna” ya no es la de antaño, en breve esa comunidad deberán despedir de esos abrigos, ya que Lodenhaus, la única firma que los comercializaba en el país, cerrará sus puertas luego de 30 años.
“Nos vamos. Última temporada”, dice un pequeño aviso publicitario publicado en el diario La Nación, que sin duda también es el más consumido por ese público. En sus redes sociales el mensaje se replica, indicando que este, el de 2025, será su último invierno.
Según pudo averiguar Bichos de Campo, el cierre no tiene una causa concreta. Los dueños de esa firma, que son argentinos y llegaron a abrir una sucursal también en Chile, simplemente buscan “cambiar el rumbo del negocio”.
¿Pero qué tienen de especial estos abrigos? Por empezar hay que decir que Loden no remite a una marca sino a un tipo de tejido fabricado con lana de oveja gruesa, que se remonta a la Edad Media. Usado mayormente por granjeros y monjes que habitaban la zona montañosa de Tirol y las Dolomitas, en Austria, este tipo de tapado lograba repeler con mucho éxito el agua y la nieve, por lo que era una prenda clave durante la época invernal.
Fue recién a mediados del siglo XIX que comenzó a cobrar mayor popularidad, cuando la fabrica Mössmer (que en la actualidad sigue confeccionando estos tapados) comenzó a elaborarlos por pedido del emperador austríaco Francisco José I, incorporando lanas merino y cashmere.
Ver esta publicación en Instagram
A partir de entonces, las clases medias y altas de ese país lo implementaron como abrigos de caza, casacas civiles y hasta uniformes militares.
En sus comienzos, este tejido se elaboraba a partir de lana de las ovejas tirolesas, que era más áspera y contenía bastante grasa. En vez de tejer sus fibras, se aplicaba un proceso de encogido con agua, que permitía reducirlo hasta tres veces su tamaño original. Eso era lo que le confería el poder impermeable, que además protegía del viento. Aún así, se lograba una tela flexible.
Con el tiempo, la adición de lanas más finas permitió arribar a prendas más suaves, que sirvieron para adaptar su uso a ámbitos menos rurales.
La reconocida marca Lodenhaus ingresó por años al país tapados de loden de distintos proveedores austríacos, llenando un catalogo de productos que incluyó también prendas para mujeres y niños, más adaptados a la moda contemporánea.
En la página “Rincón de Caballeros”, un artículo dedicado a esa singular prenda lo describe como “un abrigo de corte amplio y largo y así debe vestirse haciendo gala a su origen como protector del frío y como prenda cómoda para moverse en un ambiente rural”.
Luego refiere que “uno de los aspectos más característicos es el gran pliegue central en forma de V invertida en la parte trasera que va desde la zona alta de la espalda, entre medio de los hombros, hasta el borde inferior del abrigo. Este corte le confiere el vuelo y la amplitud que lo caracteriza y que hace del mismo una prenda única y de gran personalidad”.
“Los hombros son bien armados y sobresalen por encima de la costura de las mangas ‘masculinizando’ su aspecto y equilibrando el vuelo y anchura que coge el abrigo en su parte baja. La sisa es alta, quedando así el abrigo entallado y encajado en esta zona”, en tanto que “los botones son característicos en relieve forrados en cuero y terminación en cruz” y “carece completamente de forro por lo que el loden es protagonista en toda la dimensión del abrigo, exterior e interior”.
De eso habrá que comenzar a despedirse.