La inflación es el problema eterno de la economía argentina y la gran fábrica de pobres, que según las últimas mediciones ronda el 40%.
Para contener la suba de los precios la creativa idea de los funcionarios fue poner precios máximos a determinados productos alimenticios de la canasta básica, como por caso en huevos o harinas, y ahora se preanuncia un acuerdo de precios por la carne que comenzaron a negociar exportadores con los funcionarios, reflotando así experiencias del pasado que solo sirvieron para hacer ruido pero pocas nueces.
La política de precios máximos que impulsa la secretaría de Comercio Interior a cargo de Paula Español está generando fuerte preocupación, ya que las subas autorizadas en muchos productos no superan el 5,5% en el año. Eso implica pérdidas de rentabilidad o resultados negativos en muchos casos, según dijeron empresarios como Juan Kutulas o Alejandro Campodónico, del rubro avícola y molinero respectivamente.
También la COPAL, la cámara que nuclea a las empresas alimenticias, se manifestó por este tema y dijo que hay riesgo en el abastecimiento, ya que con la política de precios máximos se desalienta la producción.
El índice de precios, es decir, la inflación, aumentó 37% internanual, mientras que rubros como los lácteos tuvieron subas de 22% debido a estos topes, según lo que informa el OCLA.
Por eso desde COPAL, que preside Jorge Funes de Rioja, dijeron que la política de precios oficial, a apertura muy gradual de esos precios, “no atiende la crítica situación del sector, que desde marzo viene soportando un incremento promedio de sus costos del 26%, alcanzando subas de algunos de sus componentes superiores al 80%”.
EL comunicado luego agrega: “el acumulado del 23% desde marzo hasta octubre en el IPC, publicado recientemente por el INDEC, no refleja la realidad del sector dado que los alimentos industrializados alcanzados por la Res. 100/2020 que representa esta entidad, solo han aplicado los aumentos autorizados por la Secretaria de Comercio Interior, acumulando un incremento promedio entre el 4% y el 10,5%, dependiendo el sector”.
Y finalmente destaca de continuar esta situación se pondría en riesgo el abastecimiento de alimentos: “COPAL y sus cámaras socias reiteran una vez más a las autoridades del gobierno Nacional que el sostenimiento de esta política pone en riesgo en lo inmediato el normal abastecimiento de los alimentos y bebidas en nuestro país, así como la continuidad de las empresas y la consecuente pérdida de fuentes de trabajo (actualmente más de 400 mil puestos de trabajo directo)”.