Gustavo Torre es agrónomo y productor de leche en Las Perdices, Córdoba. Hace un tiempo tomó la decisión de modificar las formas tradicionales en las que llevaba a cabo su producción, para pasar a tener uno de los primeros tambos estabulados de la Argentina. ¿Y esto qué significa? ¿Con qué se come? Bichos de Campo pidió auxilio para entender en qué consiste este nuevo sistema que está comenzando a revolucionar la lechería en la Argentina.
-Escucho mucho repetir que hablan de un avance del “tambo estabulado” ¿Qué quiere decir estabulado? No tiene nada que ver con la vieja postal del tambo que teníamos. ¿No?
-No, nada que ver con las vacas al aire libre. El tambo estabulado es un tambo en el cual lo que se pretende es buscar bienestar animal. Y dentro de las condiciones para tener ese bienestar animal es poder aislarlo al animal de la intemperie, del clima, de las lluvias, del sol, de los calores del verano. Entonces, bueno, partimos de tener un techo.
-¿Entonces se parte de poner un techo?
-Partimos de poner un techo, digamos, en un lugar elevado, en el campo preestablecido, cerca de la sala de ordeño. Después abajo (de ese techo) se pueden armar varias cosas, se puede armar un galpón con piso de tierra o se puede armar un compost. O sea se puede meter un material orgánico para haga de absorbente de la humedad y haga una evolución de esa materia orgánica, que se eleve la temperatura, que cumpla funciones de bactericida y le dé confort a la vaca para echarse, que tenga una cama mullida. También se puede entender como confinamiento y estabulación un ‘free stall’ donde las vacas tengan camas individuales, ya sean de arena, de estiércol, de cáscara de maní en nuestra zona. El animal tiene piso de cemento. Y después como para complementar el bienestar animal hay galpones que tienen ventiladores, tienen aspersores para mojar a las vacas. Bueno, eso es lo que yo entiendo como estabulación.
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-Ahora, es una paradoja. Porque la imagen, la sensación del público común que no conoce mucho de lechería, es que la vaca está bien sobre el pasto al aire libre y sin techo. ¿Vos decís que está en mejores condiciones, protegida y confinada de ese modo?
-Bueno, por la experiencia vivida, recogida y conocida por grupos de intercambio en los cuales nosotros participamos, las producciones individuales son superiores en las vacas que están estabuladas y en buenas condiciones respecto de las vacas que están al aire libre. No nos olvidemos que en Argentina a veces tenemos ciclos de exceso de calor o mucho frío. Muchos temporales. Este año ni llovió, entonces por ahí es muy fácil tener animales al aire libre. Pero la estabulación ordenada, permite tener producciones de hasta 30% arriba de lo que es una producción al aire libre.
-¿Si están en su casita, en su morada, en su establo, la comida a las vacas se la tenés que llevar? Ya no van por el campo buscando su propia comida.
-Exactamente. En los sistemas estabulados, el campo (que rodea el tambo) se utiliza para producir forraje con un aprovechamiento o una eficiencia de recolección del forraje próxima a 90%, porque se hace con medios mecánicos. O sea, tengo 100 de producción del pasto, lo recojo mecánicamente y cosecho el 90% de lo que produjo. Y bueno, de esa manera aumento la receptividad del campo también teniendo ese eficiencia de recolección respecto de los sistemas a campo con pastoreo directo, en los cuales -siendo muy eficiente-, uno puede llegar a recoger el 60% del pasto producido.
-¿O sea que se optimiza también el resto de la superficie del campo que antes era subaprovechada por los propios bovinos?
-Exactamente.
-¿Cuándo fue que decidiste cubrir el tambo con techo? ¿Cómo llegaste a la estabulación?
-Esto lo vi fuera del país. Fue en California, en los Estados Unidos. Y bueno, unos años después de haber ido decidimos hacerlo. Y claro, en California nunca llueve. Pero acá en Argentina llueve a veces y mucho. Empezamos a tener problemas con el barro, las vacas se empantanaban y aparecían quebradas. A las vacas dañadas había que venderlas por el efecto del barro. Había problema de mastitis.
-¿Ese problema fue entonces el que te convenció?
-Dijimos: ‘Bueno, el confinamiento sirve, pero tenemos que hacer algo mejor. Y entonces combinamos. Hicimos un establo con compost, con cama de compost, con cáscara de maní.
-¿Notaste que era beneficioso de inmediato? ¿O resultó ser un proceso trabajoso?
-Nosotros empezamos con un presupuesto en el proyecto de inversión de que íbamos a lograr una mejora de 5 litros por vaca poniéndolas bajo galpón, y rápidamente dentro del mismo año nos encontramos con producciones que finalmente nos dieron una diferencia de 9 litros por vaca. Casi que duplicamos el objetivo. Eso nos permitió reparar la inversión en mucho menos tiempo del que nos habíamos fijado. Y nos permitió seguir apostando y seguir aumentando la superficie dedicada a las vacas con techo.
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-¿Cómo es ahora tu establecimiento?
-Nuestro establecimiento está sobre 250 hectáreas, con una aptitud de no de las mejores de la de la zona donde está enclavado y tenemos en esas 250 hectáreas 560 vacas en ordeñe. Tenemos el 100% de las vacas bajo techo y tenemos inclusive el preparto bajo techo.
-¿Y de esas hectáreas sale el alimento que necesitan esas vacas?
-De esas hectáreas sale el silo de maíz que hacemos. Y este año tenemos sembrada vicia para aprovechar parte de los beneficios de los cultivos de cobertura y terminar cortándola en lugar de sacándola para tener un alimento proteico similar a la alfalfa. Hacemos algo de verdeo también para para picar y sembramos alfalfa para hacer pastoreo mecánico.
-Este sistema de estabulado está arrancando con fuerza a la Argentina. Hay varios establecimientos como el tuyo, gente muy apasionada de esto, que está convencida de que esto es mejor para ellos, para la economía del tambo y para las vacas. Pero todavía falta un montón. ¿ Qué es lo que se necesita para dar el paso y entrar a este esquema? ¿Cuál es el impedimento para que todos ingresen si esto es algo mejor?
-Te olvidaste de decir algo: que esto es mejor también para la gente que trabaja. Es algo muy importante. Los animales que están en una condición de bienestar buena se comportan de una manera distinta, son menos agresivos, son menos pateadora las vacas. El inseminador o los ordeñadores lo dicen en donde vos vas y le preguntás. Te dicen que estén trabajando mejor. Eso es importante porque es bienestar de los trabajadores.
-Y trabajan bajo techo, pequeño detalle.
-Referido a tu pregunta, ¿Qué es lo que falta para que se adopte masivamente? La gente dice financiamiento cuando le preguntás. Pero yo creo que la gente debe definir primero que es lo que quiere, saber cuánto le cuesta y a dónde quiere llegar. O sea, se puede hacer de diversos modos. Pero el productor que adopta el confinamiento ya no vuelve para atrás. Esto es como el dulce de leche. El que lo prueba, no lo deja nunca más.
gasta mas gasoil con el picado, ensilado, compactado, extraccion de silo, entrega de silaje, pastoreo mecanico, limpieza del compost de las camas, etc que la leche que “produce” . Produce “litros deportivos” , asi como los produce, los gasta. Cero sustentable. totalmente en contra de lo que deberia ser. se nota que este “empresario” poco entiende de tirar la teta.