Los anuncios que hizo el gobierno nacional hace pocos días atrás generaron muchas expectativas que no se cumplieron y que dieron como resultado una suba de las cotizaciones de los dólares alternativos legales y del blue.
El mercado esperaba nuevas medidas económicas, pero en realidad el ministro Luis Caputo sólo confirmó el rumbo económico.
Quien no esperaba otra cosa era Gustavo Idígoras, el presidente de CIARA-CEC, la principal entidad de la agroexportación, cuyos socios aportan la mitad de las divisas que ingresan a la Argentina.
“Por lo menos de mi parte, no tenía expectativas mayores. El anuncio básicamente fue que seguirán saneando los pasivos remunerados del Banco Central, lo cual es muy saludable para la economía argentina. Y la segunda es decir que este gobierno solo va a pagar deuda soberana en el mercado interno en pesos si es que el Tesoro tiene superávit fiscal”.
Escuchá la entrevista:
La cuestión es que luego de los anuncios, la disparada de esas cotizaciones de los diferentes dólares amplió la brecha con el dólar efectivo al que cobran los productores agropecuarios y que varía según el nivel de derechos de exportación que paguen, pero que en todos los casos es cada vez mayor.
La cuestión es que eso no sucederá este año, evaluó Idígoras: “Lo que necesitamos es la unificación cambiaria y la salida del cepo y un programa de baja de derechos de derechos de exportación que claramente no se va a dar en 2024. El gobierno ha sido muy explícito”.
Para que eso suceda finalmente, el titular de CIARA -CEC dio que el gobierno debe comenzar a trabajar ya en la implementación de la medida. “El planteo que vengo haciendo es que el gobierno tiene que trabajar sobre el derecho a exportación en el 2025 indefectiblemente. Es un compromiso que asumió”, le recordó a las autoridades.
“En segundo lugar, debe asegurar que el derecho a exportación de la siembra sea el mismo que el de la cosecha, para evitar distorsiones”, añadió.
“Y lo tercero es que el primero rubro a bajar retenciones sea el complejo sojero hasta llegar al 12%”, para así equipararlo con los que actualmente rigen en maíz y trigo y favorecer la competencia, se ilusionó el directivo empresario.
Según indicó Idígoras, la aplicación de diferentes porcentajes de retenciones hizo que Argentina se perdiera de generar 45.000 millones de dólares entre 2010 y 2024 por ,menores exportaciones del complejo sojero, lo que se produjo porque se desalentó al cultivo y hubo menos materia primera para exportar y, sobre todo, menos harina y aceite de soja, que tienen valores muy superiores al poroto.
En tanto, en países vecinos como Brasil, Paraguay o Uruguay y también en Estados Unidos, donde no se pagan retenciones y al mismo tiempo hay políticas de estímulo a la agricultura, la producción de soja viene creciendo.
En tal sentido indicó Idígoras a Bichos de Campo: “No quiero generar con esto un debate, pero me parece que el gobierno está dejando de lado a la agroindustria como un motor del desarrollo. Cuando uno ve el resultado del RIGI (Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones), las negociaciones que hubo y finalmente se decidió eliminar a la agroindustria del RIGI, no se visualiza una política donde genere las condiciones básicas del crecimiento para la agroindustria”.
A Idígoras también le consultamos sobre cómo viene este año la liquidación de divisas y la venta de granos de parte de los productores a los exportadores e industria aceitera.
“La liquidación de divisas del año 2024 te diría que tiene un ritmo normal. ¿Qué significa un ritmo normal? Que tuvimos un mes de mayo con 2.600 millones de dólares, un mes de junio con 2.000 millones de dólares, un acumulado al año de más de 11.000 millones de dólares. Si a eso le sumas los porcentajes que tuvo a tener de CCL, recordemos que acá el 80% es al dólar oficial y el 20% en el contado con liquidación, claramente la liquidación de divisas está en un año normal”.
Pero a otro ritmo, dijo el referente de la exportación agrícola, marcha la fijación de precios de parte de los productores.
“El nivel de soja a fijar este año es superior a las últimas campañas. Es una soja entregada a una cooperativa, a un acopio, pero que no tiene precio y, por lo tanto, no se calza la operación. Hoy estamos en un nivel aproximadamente de un 73% de soja en condiciones a fijar. En otras campañas a esta misma época estábamos en un 57% o 58%, es decir que hay unos 15 o 20 puntos de diferencia”.
Esto tiene relación con la incertidumbre económica que reina entre los productores más allá de las expectativas que todavía depositan muchos en el futuro y por eso hay una actitud cautelosa a la hora de la comercialización de su capital, explicó el titular de Ciara-CEC.
“Estamos frente a un escenario que hay que saber cuál va a ser la condición de inversión del productor y los precios van a tener sus insumos y sobre todo el gasoil en el segundo semestre. ¿El productor, por qué va a tomar una decisión de venta en este momento si no sabe los precios que va a tener por los insumos al momento de la siembra?2 se preguntó Idígoras.
Finalmente Idígoras insistió con dos cuestiones: “Una es la unificación cambiaria y, segundo, una inflación moderada a ritmos internacionales. Esto va a hacer que toda esta discusión de grano fijar o no fijar desaparezca en la Argentina. Porque el capital de trabajo que yo cobro en el mes de julio es el mismo capital de trabajo que necesito para invertir en octubre o noviembre. Por lo tanto, se va a evitar todos estos inconvenientes de tener que ir viendo de qué manera se opera o no se opera”.
“La forma de operar del mercado de grano es la consecuencia de la falta de definición cambiaria y de una inflación elevada”, estableció.
Si hicieran lo q pide Idi e Igoras, los alquileres aumentarían una locura y siempre la crema iría a los bolsillos de los locadores. NO SABE NADAAAAA
La liquidación de los granos por parte del agro está muy vinculada a gastos operativos de evolución presupuestado. Con incertidumbre cambiaria, con incertidumbre de precios de insumos agro, con incertidumbre impositiva,de costos logísticos ,climáticos, etc, es más que entendible que el sector no quiera desprenderse de los granos por más que el gobierno necesite desesperadamente los dólares.