Los consorcios camineros en Córdoba son uno de los orgullos de los productores de esa provincia, ya que en muchos casos esta estructura funciona y logra hacer mejoras en muchos caminos de la red secundaria y terciaria. Hay unos 280 consorcios en la provincia mediterránea, que se encargan de mantener una red de unos 50.000 kilómetros de caminos rurales. El Consorcio 422 de la localidad de Cuatro Vientos es uno de ellos, pero va un paso adelante, pues ya logró construir 1,5 kilómetros de enripiado a modo experimental y va por otros 10 kilómetros.
“Ante las complicaciones surgidas para mantener estos caminos, el año pasado surgió un consorcio único de pavimentación, con la idea de pavimentar estos caminos, pero la posibilidad de hacer pavimentos a gran escala se diluyó cuando subieron tanto los costos. Imaginate que la red secundaria tiene unos 15.000 kilómetros, entonces pavimentar eso hoy es imposible”, dijo a Bichos de Campo Franco Mugnaini, productor agropecuario y orgulloso presidente del Consorcio 422.
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Recientemente, el gobernador Juan Schiaretti aprobó esta obra de ripiado de 10 kilómetros de camino (el camino secundario S-226), lo que significará una mejora concreta de vinculación para una cuenca productiva de 24.000 hectáreas, que comprende a 200 cuentas catastrales que están dentro del proyecto.
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“Empezamos a trabajar en otras alternativas junto con el consorcio, con Vialidad Provincial y con el Ministerio de Agricultura, para acercar otras propuestas no tan costosas y más viables (que el asfaltado), que cambien la estructura de los caminos secundarios que tenemos hoy. Así surge la idea del ripiado, que se hace con esa piedra cuadradita y negra. Hicimos una prueba de poco más de un kilómetro sobre una traza de camino que tiene 6 metros de ancho por 25 centímetros de espesor”, contó el productor cordobés.
“La idea es consolidar los caminos, cambiando su estructura, para que luego los vientos y el agua no marquen más erosión que la que tenemos hoy”, explicó Mugnaini.
Con una inversión de 15,7 millones de pesos, el acuerdo se inscribe en el Programa de Pavimentación y mejora de caminos rurales, y consiste en que el 60% lo aporten los productores, con financiamiento a 3 años, y el 40% lo ponga el Estado. “Se decidió trabajar en conjunto y se definió hacerlo por medio de la Ley de Contribución por Mejoras, que es una vieja ley que tiene la provincia y que se usaba antiguamente para pavimentar muchas de las rutas de la provincia. La idea es que en un inicio el estado provincial financie el 100% de la obra y después, a los 3 años cada productor devuelva el 60%, mientras que el Gobierno terminará aportando el 40%”.
“De la tierra al pavimento es un cambio abismal, pero además, esto es una alternativa más y una solución intermedia, mucho más económica. Calculá que los últimos pliegos de pavimento rondaban cerca de los 22 millones de pesos el kilómetro, contra una alternativa que hoy, después de las actualizaciones, ronda entre 1,8 y 2 millones de pesos el kilómetro. Hablamos de 10 a 1. Cuando vos hacés 1 kilóemtro de pavimento, yo te puedo hacer 10 kilómetros de ripio”.