La ciudad de Florencio Varela, ubicada en el sur del Gran Buenos Aires, cumplió 128 años de vida, pero tiene a la Sociedad Rural más joven del país, y a tan sólo 28 kilómetros del Obelisco. La entidad nuclea una mayoría de pequeños productores con muchas necesidades. Hoy cuenta con unos 200 asociados, aunque esperan sumar más productores con el tiempo, y es fruto del esfuerzo conjunto de productores, municipio e instituciones para poder llegar a más mercados y abrir espacios de comercialización.
Con tan sólo un año de vida, esta entidad agropecuaria está compuesta por gente con empuje y ganas de hacer. “El municipio nos da una mano inmensa para llegar a los productores de la zona, que son más que nada horticultores, apicultores y floricultores”, dijo a Bichos de Campo Juan Carlos Parada, un policía que además es presidente de la flamante Sociedad Rural de Florencio Varela. Desde 1992 a la fecha, aunque actualmente está en uso de licencia, el intendente de ese partido es el peronista Julio Pereyra.
“Estamos acostumbrados a ver sociedades rurales que están hace muchos años y que corren como reloj haciendo su tarea diaria. En nuestro caso, somos incipientes, y no sólo debemos poner los papeles en orden sino que también estamos trabajando por tener un lugar físico, un predio para poder brindar servicios a nuestros productores”, agregó Parada.
Dato de color mediante, Juan Carlos es sobrino nieto de Pepe Parada, el representante famoso de artistas. “Alberto Martínez y Emilio Disi eran primos hermanos de mi abuelo Manuel”, dijo orgulloso de su entorno mitad rural, mitad artístico.
Hace poco, la sociedad rural participó con un desfile por demás de colorido, en el aniversario 128 de la ciudad, que, según Parada, “es la segunda productora de flores de la Argentina, encabezando el podio la ciudad de Escobar”.
En el resto de las producciones, Parada dijo que “es muy difícil recabar datos productivos y avalarlo con números. Se vuelve complejo saber quién produce cerdos y cuánto produce, así como aquel que hace miel por ejemplo, porque temen que les caigan desde el municipio con más obligaciones de las que tienen para pagar. Esto hace que carezcan de seguridad y que se notifiquen tantos robos”.
En cuanto a la inseguridad, Parada dijo: “Tenemos la ventaja de tener en nuestro equipo personas que integraron el cuerpo policial de la ciudad, es mi caso. Nuestro objetivo es poder montar una policía rural que pueda atender a sus reclamos y dotarlos de más seguridad que es, en definitiva, lo que precisan”.
Por poner un ejemplo, Parada comentó que “en el caso de los productores ovinos, hay una buena cantidad en la provincia de Buenos Aires, y los que tienen majadas grandes son los que suelen estar blanqueados, debido a que es lo que se les exige cuando necesitan llevar la carne a frigorífico. Y esto en el caso de quienes estén cerca del establecimiento de faena, porque sino el costo de trasladar los animales no podrían absorberlo ni con lo que perciben actualmente por el kilo faenado”.
Para Parada, “estamos muy atrasados; pretendemos que todos los productores estén en blanco, pero no hacemos nada para que eso ocurra. La realidad es que hay que favorecer a la cadena productiva, pensando primero en el pequeño productor. Teniéndolos cuantificados, podríamos diagramar sus necesidades y tener el sistema en blanco”.
Parada agregó que “en la ciudad tenemos muchos apicultores. Por eso nuestro sueño es poder tener una gran planta de procesado y empaque propio. Para empezar, tenemos un predio, para lo cual pensamos proponerles a los apicultores el desarrollo de una pequeña planta, con opción a agregarle módulos si fuera necesario, para que puedan venir a procesar sus mieles. Esto lo vemos como un modo de facilitarles su trabajo y de darles un servicio”, explicó.
Parada explicó que “es factible que la provincia de Buenos Aires, a través de su Programa de Fondo Rotatorio, nos otorgue un préstamo blando para poder construirla, y aunque no nos alcanzaría en una primera etapa para cubrir la compra de maquinaria, nos permitiría devolver el pago en kilos de miel y a tres años”.
En relación a la producción de flores, Parada expresó que “en ese caso, están más organizados los productores y muy bien integrados a través de instituciones intermedias y tienen buenas instalaciones, manejando una buena producción”.
Respecto de los horticultores, Parada dijo que “con un vuelo de dron, verían la cantidad de productores que hay en Florencio Varela. El problema que tienen es que no hay un mercado concentrador en la zona, y de este modo, deben salir con sus propios camiones directo al Mercado Central de Buenos Aires o a La Plata”.
El policía ruralista también mencionó que “en Florencio Varela hay productores agroecológicos. Ellos están también asociados en entidades intermedias y pese a que no son grandes ni tienen tanta trayectoria como los floristas, están trabajando muy bien, preparando bolsones que encuentran cada vez más compradores interesados y dispuestos a pagar por este tipo de mercadería”.