El período de sesiones extraordinarias en el Congreso, acordado para realizarse entre el 4 de enero y el 28 de febrero de este año, está por terminar. Ante las complicaciones para sesionar ocurridas durante la pandemia, se definió extender el trabajo legislativo durante el verano y discutir los temas prioritarios que quedaron pendientes. Sin embargo, el verano pasó y el temario fijado en el decreto 964/2020 no llegó a ser tratado en su totalidad. Y el agro no tuvo lugar en la agenda.
La Cámara de Diputados tendría que haber sido la primera en retomar sus funciones durante el mes de enero, pero los desacuerdos sobre el protocolo para sesionar y los temas que entrarían en agenda dilataron el comienzo de las sesiones.
Junto con el tratamiento del proyecto para suspender este año las elecciones primarias (PASO) a causa de la situación sanitaria, una de las iniciativas que mayores disidencias generó en la Cámara baja fue la prórroga de la Ley de Biocombustibles. Y es que su presidente, Sergio Massa, prometió a fines del 2020 que sería incluida en el temario –porque el Decreto presidencial no lo mencionaba- y eso finalmente no sucedió.
Se trata de un proyecto que genera divisiones entre quienes quieren mantener las ventajas tributarias actuales y el corte obligatorio del 10% de biodiesel en gasoil y del 12% de bioetanol en las naftas, y quienes consideran que la ley va en desmedro de los intereses de la industria petrolera, cuyo mayor exponente en el país es YPF, compañía controlada por el Estado nacional argentino.
Estos tironeos iniciales llevaron a que Diputados retomara la actividad recién en febrero -a la par del Senado, que ya había anunciado que arrancaría en el segundo mes el año- con la convocatoria por parte de Máximo Kirchner, líder del bloque oficialista, a una sesión especial para discutir el proyecto de “Fortalecimiento de Sostenibilidad de la Deuda Pública”, que posteriormente fue convertido en ley.
En la misma sesión se discutieron los incentivos a la industria de la construcción, iniciativa que exime del impuesto a los Bienes Personales a las inversiones destinadas a proyectos de inmuebles nuevos durante dos años, y que, luego de ser girado al Senado, también obtuvo sanción.
En cuanto a aquellos temas de interés para el sector agroindustrial, sólo se realizó una primera sesión informativa sobre la Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos Envasados y Bebidas Alcohólicas, que ya cuenta con media sanción en el Senado. De la misma participaron distintos representantes de la cadena alimenticia. Con el fin de mes a la vuelta de la esquina, la continuación del debate y el posible dictamen de comisión llegarán recién en el Período 139° de Sesiones Ordinarias que comienza la próxima semana.
En el tintero quedaron pendientes la Ley de Educación Ambiental (iniciativa que busca convertir la educación ambiental en un componente fundamental de la formación ciudadana y la educación nacional), el Registro de Fitosanitarios (proyecto del actual ministro de Agricultura, Luis Basterra, que establece un marco legal para la elaboración, registro, comercialización y control de productos fitosanitarios) y, por supuesto, la Ley de Biocombustibles, que nunca llegó a la agenda.
¿Y el Senado qué hizo? Le otorgó media sanción al proyecto que ratifica el Consenso Fiscal 2020, que permite a las provincias aumentar las alícuotas de los impuestos de Ingresos Brutos y de Sellos, y lo giró a Diputados.
También aprobó el proyecto de Ley de Defensa de la Competencia, que generó malestar en algunos sectores al considerar que se le quitará autonomía a la Comisión Nacional de la Competencia, y le dio el OK a los pliegos para la designación de jueces.
El próximo lunes Alberto Fernández encabezará el acto que abrirá el período legislativo del 2021. ¿Qué tendrá para decir sobre el agro? Veremos