Bajo la consigna #BastadeVeneno y con la participación de figuras públicas muy reconocidas se lanzó una intensa campaña en contra del uso de agroquímicos y a favor de la agroecología. El episodio puso en escena la deficiencia que tiene el sector para comunicar de forma eficaz cómo se producen granos o pasturas y dar así a la sociedad las garantías de que su salud no corre riesgos.
Esto a su vez es consecuencia de un problema intrasector y que tiene además carácter político y no sólo comunicacional, ya que para lograr ese objetivo (comunicarse con la mayor objetividad posible con la sociedad) es necesario el esfuerzo y el consenso de la multiplicidad de entidades que representan a la agroindustria y que muchas veces tienen incluso diferentes miradas sobre la actividad agropecuaria.
Hasta ahora los “ataques” vienen siendo muy eficaces y las respuestas que da el sector con contragolpes débiles que tiene un impacto mucho menor.
De esto hablamos con Federico Landgraf, el director ejecutivo de Casafe, la cámara que reúne a las empresas productoras de agroquímicos:
“Este es un muy buen momento para trabajar en una campaña de mediano y largo plazo. En el corto plazo estamos trabajando con el hastag #BastadeMiedo, donde cada uno de los productores y personas vinculadas al sector puede expresar en las redes cómo trabaja y dar visibilidad a ese trabajo”, contó el representante de esa industria cuestionada. Pero reconoció que “en el mediano y largo plazo hay que construir una agenda de trabajo para comunicarnos con la sociedad”.
El directivo de Casafe dijo que “la campaña #BastadeVeneno nos mostró una inquietud de la sociedad y es un espacio que tenemos que cubrir con una campaña propia, para que no lo cubra el prejuicio porque con este tema la sensibilidad social es muy alta. En eso estamos en los diferentes foros en que participamos y queremos levantar la necesidad de tener una acción coordinada del todo el sector”.
“Decidimos involucrarnos y participar con un comunicado y en las redes porque ese spot y esa campaña bien estructura sale a demonizar a miles de personas que trabajamos el campo y pone en la misma bolsa a los que hacen las cosas bien que son la gran mayoría”, explicó el ejecutivo de la industria.
El resultado al parecer fue bueno. Un borrado que circula entre entidades del sector agropecuario reflejó que la decisión de replicar en las redes sociales la campaña que lanza pestes contra los agroquímicos y su impacto en la salud de las personas logró ser eficazmente replicada por el sector cuando muchos de sus protagonistas decidieron unificarse detrás de la consigna #BastaDeMiedos. Se comentó, por ejemplo, que en Twitter este hastag logró ser “trending topic” y tener más de 700 testimonios de la comunidad agropecuaria y apoyo de los consumidores, mientras que #BastaDeVenenos sumó 500 tuits. En Instagram, en cambio, el resultado fue al revés, con 500 posteos en defensa de la industria contra 1000 en contra.
Landgraf, en función de este resultado inmediato, consideró que hay que profundizar los consensos. Por eso indicó que se está trabajando al respecto en el seno del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) y que cree que la campaña no debe hacerse intentando mostrar al productor como el salvador de la sociedad ni reclamando un reconocimiento que tantas veces se espera.
“Lo primero que estamos haciendo es invitar a la conversación a los que participaron del spot, queremos que vean el sistema productivo argentino, que se interioricen porque como persona publicas tiene un grado de responsabilidad muy alta de lo que se dice y al tener tantos seguidores es necesario reforzar las dos miradas. Los dos sistemas productivos son viables, el de la agroecología y la producción convencional son absolutamente complementarios y viables y de hecho el 75% de nuestras empresas hacen insumos biológicos”, explicó Landgraf.