Por más que se incremente el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), y lo harán cerca del 45% este año, la suba de los precios de la carne vacuna viene siendo tan intensa que los argentinos de a pie están cada vez más lejos de poder acceder a ese alimento, pues cada día les sale realmente más caro.
Bichos de Campo viene publicando con regularidad el siguiente cuadro, que marca la relación entre el Salario Mínimo Vital y Móvil en la Argentina y el precio promedio de un kilo de asado, según la medición mensual que cada mes realiza el IPCVA (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna).
Es bien visible lo que está sucediendo: el poder de compra de los salarios está en sus mínimos históricos. En marzo, con un SMVM se pudieron comprar solo 34 kilos de asado. Es la mitad, sí la mitad, de lo que se podía adquirir hace cinco años. En 2017 el salario mínimo alcanzaba para comprar 68 kilos de asado.
Mal que le pase a los que se ubican de uno y otro lado de la grieta, sean kirchneristas o macristas, aquí claramente se percibe un fenómeno del cual son culpables ambos bandos, pues la debacle en el consumo de carne comenzó a notarse en 2018, cuando gobernaba Mauricio Macri, con los primeros estertores de la gran crisis económica que vivimos los argentinos. Y se profundizó en el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, a pesar de las restricciones a las exportaciones. Hoy estamos en el punto más crítico de esta relación entre el precio del asado y el salario mínimo.
Hasta marzo pasado el SMVM era de 33 mil pesos mensuales. A partir del 1° de abril subió a 38.940 pesos para todos los trabajadores mensualizados que cumplan la jornada legal completa de trabajo. El aumento previsto es de 45% para todo el resto del año y en diciembre próximo debería llegar a los 47.850 pesos. Habrá una revisión en agosto, por si acaso.
En tanto, para construir esta espantosa relación entre salario y asado, se tomó un valor promedio de 978,01 pesos por kilo de ese corte popular. Surge de la medición realizada el mes pasado por al IPCVA, en carnicerías y supermercados del CABA y su Conurbano. El asado ya está rozando los 1.000 pesos, y ese es más o menos el valor promedio de todos los cortes (975 pesos). Por eso ahora un SMVM alcanza solo para comprar 34 kilos.
Poco más de un kilo por día.
El precio de la carne vacuna en las 80 carnicerías relevadas por el IPCVA exhibieron el mes pasado precios que “mostraron alzas significativas” de casi 9% respecto de febrero. El alza ha sido del 58,7% con respecto a marzo de 2021. Fue entonces que el gobierno actual impuso fuertes recortes a las exportaciones, pensando de modo errado que la caída del consumo interno de carne era solo una cuestión de oferta del producto y no un problema de plata. La triste evidencia es que los argentinos no tienen dinero. Si tuvieran, comerían más carne aún a pesar de los embarques para China.
Una nota publicada por Ámbito este miércoles preanuncia que la relación entre salario y carne será peor en la medición de abril. Es que anticipa que a pesar de los intentos del Gobierno por estabilizar el mercado, los datos de este mes “parecen no ser para nada alentadores” y que según el último relevamiento de la consultora LCG el producto muestra un incremento acumulado a la tercera semana del mes de alrededor del 7%”.
En este derrotero, la estadística del Ministerio de Agricultura sigue mostrando que las cosas no andan bien y que por el contrario cada mes que pasa la crisis de consumo se profundiza. En marzo pasado, el consumo per cápita se ubicó en 47,93 kilos por habitante, con un nuevo descenso de casi 3,5% respecto de marzo de 2021, antes del cepo.
En asado, esta nueva retracción del consumo ha sido de 1,7 kilos por habitante y por año.