La Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia) informó que la ingesta de huevos en la Argentina se incrementó “notablemente” en 2019. Las mediciones de esa entidad que agrupa a la avicultura de postura (la carne de pollo está agrupada en otra organización) indican que el consumo per cápita fue de 284 unidades, lo que representó un incremento de 5% respecto de 2018, cuando el consumo se ubicó en 271 huevos por habitante.
“Los números implican una mejora y un quiebre de tendencia, pues el consumo había caído en 2018 versus 2017, año en que se consumían 280 unidades per cápita”, explicó un comunicado de esta entidad, que añadió que las cifras del año pasado “vuelven a ubicar a la Argentina en el top cinco de países consumidores de huevo”. Allí figuran a tope culturas tan dispares como México, Japón y China.
¿Y qué sucedió para que los argentinos incrementaran su consumo de huevos en 1 huevo adicional por mes y por mersona? Por un lado se incrementó la oferta, ya que en 2019 se registró un aumento la población de gallinas y de la producción de huevos de 5,75 %.
El país pasó de tener 42,4 millones de aves en postura a 44,84 millones, produciendo en 2019 el récord histórico de 13.175.000.000 de huevos, el equivalente a 436 huevos por segundo.
Así, la oferta total pasó de ser de 280,5 huevos per cápita año a 295 huevos el año pasado.
Como el consumo interno creció menos que la producción (unas décimas, pero menos), las exportaciones de ovoproductos crecieron también en torno al 6%. Según los datos de Capia, pasaron de representar el 3,4% de la producción en 2018 al 3,6% en 2019.
“El aumento del consumo de huevos por parte de los argentinos se explica debido a que los precios de comercialización del huevo no pudieron acompañar la inflación y mucho menos la devaluación del tipo de cambio”, explicó el presidente de Capia, Javier Prida Mala para ellos pero bueno para la gente, que pudo optar por el huevo frente a otras proteínas que subieron de precio más rápido.
Ver Javier Prida: “Hoy la avicultura aporta más proteína animal que la carne vacuna”
Pero los productores explicaron que ellos tienen 80% de sus insumos dolarizados, y que por esa razón atraviesan una crisis severa desde mediados de 2019. Para mostrar la situación, dijeron que en diciembre de 2015 el cajón de huevos se comercializaba a 40 dólares mientras que en diciembre de 2019 se vendía a menos de la mitad: unos 19 dólares.
Prida comentó que “desde 2015 a la fecha vemos que el comportamiento de la economía no ha acompañado al sector ovoavícola. Un dato lo ilustra todo: en 2015 para comprar una tonelada de maíz se precisaban 3,28 cajones huevos blanco a pié de galpón mientras que hoy, 7,06 cajones”.
“Con respecto a los granos, la quita de retenciones, el sinceramiento del mercado cambiario (fin del cepo) sumado a las inundaciones de 2016 y la sequía de 2017, han hecho que el costo del maíz y la soja suban sustancialmente”, añadió el dirigente.